Un virus sin vacuna
El Colegio de Farmacéuticos de Alicante reúne a tres expertos microbiólogos para informar sobre la gripe aviar
La confusión popular por la gripe aviar respecto del foco de infección, modo de prevención y las posibilidades de una pandemia han convertido a las oficinas de farmacia, con sus profesionales a la cabeza, en el socorrido y más cercano consultorio de los ciudadanos.
Con el objetivo de mantener al tanto a sus profesionales con la información más rigurosa, el Colegio de Farmacéuticos de Alicante reunió ayer a tres reputados microbiólogos para aclarar las cuestiones que más inquietan a los ciudadanos y a las que diariamente se enfrentan los farmacéuticos. Sin embargo, la única conclusión clara que transmitieron, tras un primer contacto con los medios informativos, fue la incertidumbre que rodea a la ya tercera gran alarma sanitaria mundial desatada en la última década, tras la detección del mal de las vacas locas y la neumonía asiática (SARS).
La gripe aviar es una infección genuina de aves que ocasionalmente se ha transmitido a humanos. Sin embargo, la infección de 125 personas en algunas zonas de Asia, en 2003, con una incidencia de mortandad del 51%, fue la variante que, en esta ocasión, empujó a los expertos a sospechar sobre un especial riesgo. "Nos sitúa en una fase de período de alerta de pandemia en la que la transmisión ha sido ave-humano", señaló ayer en su conferencia Alfonso Ruiz-Bravo, catedrático de Microbiología y Parasitología en la Universidad de Granada.
Sin embargo, la nota positiva de los últimos infectados radica en que todavía no se han documentado casos de contagio de humano a humano. "Esto apunta a que el virus no se ha adaptado al ser humano", agregó el profesor y doctor en medicina. Precisamente, el riesgo está en que se produzca esta adaptación por intercambio de genes entre el virus aviar y un virus humano o, progresivamente, por mutaciones adaptativas de la cepa aviar. En el caso de producirse, su propagación será "muy rápida y de alta virulencia", debido a que la población carece de inmunidad. Este hecho, aunque "impredecible", puede verse favorecido porque existen algunos mamíferos como el cerdo que son receptivos tanto a virus aviares como humanos, apostilló José María Navarro, jefe de sección del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada.
La capacidad de respuesta científica, para la creación de la respectiva vacuna, será esencial para combatir un contagio masivo. Hasta el momento, los antivirales actuales de los que han hecho acopio las administraciones son "prototipos" de cierta pero relativa eficacia. Estas vacunas, según Alfonso Ruiz, permitirán acortar y diluir la virulencia de la gravedad pero no prevenir. "Hasta que no haya una cepa circulante entre humanos no podremos hacer vacunas contra este virus", precisó José María Navarro.
El especialista reiteró que la ingesta de carne de animales infectados por el virus no acarrea la transmisión de la enfermedad en los humanos. "No hay datos que confirmen esa vía de transmisión", añadió. El especialista en Microbiología y Parasitología insiste en que todos los afectados convivían con animales de distintas especies. Según el experto, los humanos en contacto directo con las aves que no guardan las medidas higiénicas y de seguridad son terreno propicio para que el virus pueda desarrollar alguno de los sistemas de adaptación a humanos".
En cualquier caso, los especialistas aseguran que el Ministerio de Sanidad ha adoptado las medidas oportunas encaminadas, más que a tratar una pandemia, a evitar que se produzca. La jornada de ayer fue un intento más por trasladar información que ayude a aplacar las inquietudes en torno a un virus especialmente esquivo.
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