Gallizo ofrece un plan de choque para la cárcel de Nanclares de la Oca

La directora general de Prisiones, Mercedes Gallizo, admitió ayer, ante la Comisión de Interior del Congreso, que la cárcel de Nanclares de la Oca (Álava) ofrecía un "clima de seguridad deficiente" e informó del plan de choque puesto en marcha, después de que, en lo que va de año, seis internos hayan fallecido en aquella cárcel.

La directora general explicó que dos de las muertes se debieron a causas naturales y los procedimientos judiciales abiertos en ambos casos han sido sobreseídos. Otro de los fallecidos lo fue por "consumo intenso de drogas" y las tres muertes restantes las atribuyó a suicidios.

Gallizo explicó que, ante esta situación, en julio se desplazó un grupo de expertos de la Dirección General que mantuvieron reuniones de trabajo con los funcionarios de Nanclares de la Oca y concluyeron que existía "un deficiente clima de seguridad y control internos" que, según la directora general, "afectaba a la estabilidad y a la ordenación de la convivencia".

Entre las medidas concretas, Gallizo enumeró el traslado de "más de 50" presos a otras cárceles y la contratación de tres psicólogos, además de revisar, con carácter general, el protocolo de prevención de suicidios.

También enumeró distintas obras de mejora que se han hecho en Nanclares y de que se ha incrementado la oferta de trabajo para los reclusos.