_
_
_
_
_

Bienestar Social lanza un bono para que los discapacitados elijan centro

De Miguel apuesta por instalaciones que atiendan varias patologías

Personas discapacitadas físicas y psíquicas y enfermos mentales crónicos, todos con elevados niveles de dependencia, serán los primeros beneficiarios del bono de atención a estas personas, una subvención ligada a la persona y no al centro que la consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, presentó ayer. De momento, está previsto que 45 personas se acojan durante este año al programa piloto. La consejera defendió un modelo de centros de atención social que atiendan a distintas patologías.

La Consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, pretende extender a las personas discapacitadas el modelo aplicado a las personas mayores y dar subvenciones, en función del nivel de renta del beneficiario o su familia, de forma que sean ellos quienes elijan los centros residenciales en los que desean ser tratados. Para ello, hace falta que los establecimientos privados cumplan las condiciones que establecerá la consejería, que comprenderán aspectos de habitabilidad y accesibilidad, pero también cualificación profesional y ratios de atención. Con ello se obtendrá la "ordenación y regulación" del sector, según la consejera.

Entre los aspectos previstos se señala que deberá haber una zona de servicios comunes con comedor, cocina, almacén de alimentos, enfermería y aseos comunes adaptados. También deberá haber una zona ajardinada anterior al edificio, salas polivalentes, salas de rehabilitación, gimnasio y salas de descanso. El máximo de plazas por módulo será 40, y el mínimo 25.

El año 2006 se desarrollará la fase piloto de la implantación del bono de atención apersonas con discapacidad y enfermedad mental crónica (Bonad). El presupuesto inicial destinado al programa es de 800.000 euros "aunque confiamos que pueda contar con una ampliación presupuestaria", comentó la consejera. La dotación actual permitiría beneficiarse a 45 personas y, de momento, un primer centro con 15 plazas, dedicado a atender a grandes discapacitados físicos -fundamentalmente personas tetrapléjicas- cuenta con los trámites muy avanzados para obtener la autorización de Bienestar Social. "Queremos que la fórmula madure, por lo que empezaremos con pocos usuarios", apuntó.

De Miguel apostó por que los centros privados, ya sea de personas de tercera edad o de discapacitadas, impulsen módulos para beneficiarios del Bonad, de forma que en las mismas instalaciones haya "gente que comporta patología de elevada dependencia pero con cuidados específicos para cada uno de ellos", es decir, "juntos pero no revueltos". Habría módulos diferenciados por patologías, pero los usuarios compartirían zonas comunes, según la intención de la consejera. El nuevo modelo pretende evitar "compartimentos estancos" y "guetos" en la atención a enfermos de las mismas características, aunque "no todos los centros deberán tener unidades de alta dependencia". La responsable de Bienestar Social subrayó que además de este tipo de asistencia, la consejería trabaja también en buscar medios para la atención domiciliaria ya que hay gente "que quiere estar en su casa".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_