"Espero impaciente a que pasen los días para salir"
La fotografía que acompaña a este artículo fue tomada el 8 de mayo de 2004. Javier Villanueva, el sevillano al que acusan de participar en el asesinato de la fiscal boliviana Mónica von Borríes, estaba sentado en el suelo de su celda del área de seguridad de Chonchocorito del penal de Palmasola, situado a 15 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra.
Ayer, Villanueva, de 28 años, habló con EL PAÍS desde esa misma celda. Dijo que está "esperando impaciente a que pasen los días". Que pasen para abandonar los seis metros cuadrados a los que se ha reducido su vida en el último año y medio. El Tribunal Cuarto de Sentencia de la Corte de Distrito de Santa Cruz ha tenido que otorgar la libertad condicional al español al haber transcurrido el plazo máximo de 18 meses que una personapuede permanecer encarcelada en ese país sin que se celebre una vista oral.
Pregunta. ¿Contento?
Respuesta. Estoy contento en gran medida, me alegro de que el tribunal me permita salir ya de aquí. Si Dios lo quiere, pronto saldré, aunque no quiero hacerme demasiadas ilusiones porque ya me he llevado muchas desilusiones.
P. ¿Ha empezado a recoger sus cosas?
R. No, todavía no. Primero quiero que me den una fecha exacta de salida. Han sido ya demasiadas decepciones con la Justicia de aquí. Además, hemos apelado el monto de la fianza porque lo consideramos muy elevado. Espero que nos la reduzcan... Pero no he empezado a recoger mis cosas porque no quiero pasar otra desilusión.P. ¿Cuándo espera estar fuera de Palmasola?
R. La próxima semana.
P. ¿Y a dónde irá?
R. A un apartamento que ha comprado mi padre aquí en Santa Cruz. Uno de los requisitos que nos han impuesto para tener la libertad condicional es tener arraigo, es decir, un domicilio.
P. ¿En qué situación estará allí?
R. En arresto domiciliario completo. Es una medida que no se corresponde con la ley boliviana, porque yo tendría derecho a que se me restaurase la libertad y no a estar arrestado en mí casa. Pero es mucho mejor que estar aquí.
P. ¿Han conseguido ya el dinero de la fianza?
R. Mi padre está intentando ahora reunir el dinero. Mi salida, y todo, depende ahora del dinero. Nos piden 500.000 bolivarianos, que son unos 50.000 euros. Me dicen que estamos recibiendo mucha ayuda de amigos y de familiares... Pero estamos pendientes del recurso a la fianza impuesta. Por lo que yo sé, es una medida histórica. Los policías de aquí me han dicho que nunca han escuchado que se pida una cantidad tan alta. Lo máximo que se pide son 100.000 bolivarianos, que es muy poco comparado con lo que nos han solicitado a nosotros.
P. ¿Sabe ya la fecha en la que se celebrará definitivamente su juicio?
R. En principio, está previsto para el mes de enero. Pero mi defensa ha recurrido para que no se celebre y se retiren los cargos. No es justo que se vaya a hacer un juicio contra mí cuando no hay pruebas. El Gobierno de Bolivia incluso ha reconocido que no hay pruebas. Y no puede haber pruebas contra mí simplemente porque soy inocente.
P. ¿Cree que han dado su fruto las presiones del Gobierno español para conseguir su libertad condicional?
R. Han funcionado para lograr al final que se respeten los derechos de un ciudadano español en Bolivia.
P. ¿Cree que el Gobierno español ha tardado en reaccionar en su caso?
R. Tal vez, pero más vale tarde que nunca.
P. En estos más de 18 meses en los que ha estado encerrado en Palmasola, ¿ha cambiado mucho?
R. En general, como persona creo que no. Lo que si me han cambiado son determinados aspectos de mi forma de ser. Estoy permanentemente precavido. Es el resultado de estar más de año y medio detenido, de las torturas... Me fío mucho menos de las personas... Pero ahora se ha dado un gran paso, gracias a mi familia, a mi Gobierno y a los medios de comunicación. Se ha dado un gran paso y me alegro sobre todo por mi familia, que me ha estado ayudando mucho.
P. Cuándo la Justicia boliviana se lo permita, ¿volverá a España?
R. En cuanto se termine esta pesadilla me voy. Estoy deseando locamente volver a mi país.
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