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Crítica:POESÍA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Contra la felicidad

En los años cincuenta se produjo en la literatura alemana un fenómeno bastante singular: la coincidencia de media docena de grandes poetas. Sin embargo, quienes inicialmente ejercieron más influencia no fueron Gottfried Benn, Bertold Brecht, Nelly Sachs, Paul Celan o Ingeborg Bachmann, sino el hoy injustamente olvidado Günter Eich (1907-1972). La parquedad con la que resumió la desolación de un campo de prisioneros marcó el nuevo tono de la llamada "poesía de la tala radical". Poemas como Inventario ("Ésta es mi gorra, / éste es mi abrigo, / mis utensilios / para afeitar") planteaban la necesidad de un nuevo comienzo con el lenguaje, maltratado por los nazis. Pero Eich no se quedó ahí: su crítica del lenguaje le llevó a la crítica social, y su poesía última, que desconocía la indulgencia de la vejez, todavía testimonia una búsqueda de expresión subversiva que surge de una rabiosa objeción a todo.

POESÍAS COMPLETAS

Günter Eich

Traducción de Aina Torrent-Lenzen

La Poesía, Señor Hidalgo Barcelona, 2005

926 páginas. 25 euros

Economista y sinólogo de formación, Eich empezó a finales de los años veinte por el lado opuesto: "Expresionista tardío y poeta de la naturaleza", según su propia apreciación. Tras dieciocho años de forzado silencio, continuó en esa línea de mágica naturaleza con la publicación de Caseríos solitarios (1948), si bien en algunos textos, escritos después de la guerra, las metáforas se simplifican, la dicción se hace más cortante, la rima ya ha dejado de ser amable. En Letrina empareja, en un golpe de desafío a la tradición literaria, "Hölderlin" con "urin". Títulos como Mensajes de la lluvia (1955) o Circunstancias y jardines de piedra (1966) confirman que el autor rehúye taxativamente lo placentero; en Siete fórmulas recomienda "sombras de gatos, quieta inmunidad contra la felicidad". Desde la efusión de los primeros Versos en muchos atardeceres hasta el minimalismo de Viejo diciembre ("Una / nevada irrestituible / sepulcros prehistóricos") su laconismo y aspereza se corresponden con su actitud ética: "¡Sed incómodos! ¡Sed la arena y no la grasa en el engranaje del mundo!".

Seguir esta comprometida trayectoria, tan representativa para el pensamiento poético del siglo pasado, es el privilegio del presente libro. Una edición tan manejable de las poesías completas como la que ofrece, en texto bilingüe, La Poesía, Señor Hidalgo no existe aún en lengua alemana. Además de los siete libros que Eich publicó en vida, incluye los poemas de seriales radiofónicos -con los que alcanzó una enorme popularidad-, y los póstumos que su viuda, la escritora Ilse Aichinger, destinó a la publicación. Desgraciadamente, el meritorio esfuerzo de la traductora no ha dado siempre los mejores resultados; ha optado por conservar el metro y la rima, con grave detrimento de la fidelidad al original, en ocasiones irreconocible. Sus notas participan, por lo demás, de un afán didáctico poco confiado en la inteligencia del lector. Aun así, la publicación de las Poesías completas del gran inconformista poético que fue Eich constituye un acontecimiento. En un mundo sobresaturado, sus advertencias contra la felicidad resultan hoy más necesarias que nunca.

Günter Eich visto por Soledad Calés.
Günter Eich visto por Soledad Calés.

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