Golf y naturaleza

En las últimas fechas han aparecido diversas noticias sobre el campo de golf de La Arboleda. Los impactos ambientales causados por esta instalación, como son la alteración y ocupación de una gran extensión de espacio natural, no se pueden valorar en tres meses. Muchas veces son procesos a medio-largo plazo. Lo que sí se ha demostrado ya es que se ha humanizado una zona de campeo de aves amenazadas, con el perjuicio que ello conlleva para su supervivencia.

También está claro que se ha impermeabilizado la balsa de Triano, lo que ha conllevado la supresión del caudal ecológico en este pequeño embalse, con el daño ambiental que está causando al arroyo Artola, que antes se nutría con las aguas filtradas de aquél. Habrá que esperar para ver cómo esta pérdida de caudal en el arroyo influye en las zonas húmedas situadas aguas abajo, principalmente en un humedal catalogado por el Gobierno vasco.

Los responsables del campo de golf venden las instalaciones diciendo que "puedes jugar al golf y al mismo tiempo disfrutar de la naturaleza". ¿Cuántas veces hay que recordar que un campo de golf no es naturaleza, sino un gran jardín? No intenten hacernos creer todavía que la construcción del campo de golf es una buena noticia para el medio ambiente de los Montes de Triano. Habrá que esperar, pero el tiempo se encargará de dar y quitar razones.