José Manuel Serrano recuerda en un corto a los actores veteranos

La vida de algunos actores es como el curso desplazado de un río. Llegó a llevar abundante agua pero ahora permanece, a su pesar y por acción del hombre, completamente seco. A muchos veteranos profesionales de la interpretación les ha pasado lo mismo. El gaditano José Manuel Serrano, licenciado en dirección de escena y autor de varios libros sobre cine, les ha conocido estudiando sus carreras y viéndoles en la pantalla grande. Ha visto cómo han ido perdiendo esa corriente de abundancia, olvidados muchos de ellos tras años de éxito. Su primer corto, Río seco, pretende servir de homenaje a veteranos actores cuyas trayectorias y vidas se han ido secando aguardando una llamada y recordando sus lejanos éxitos.

El proyecto surgió de los contactos ya establecidos con el actor Aldo Sambrell (Madrid, 1937), de quien había escrito una biografía, bajo el título de La mirada más despiadada, repasando una prolija carrera desarrollada sobre todo en la época de las coproducciones de género y los spaghetti westerns a las órdenes de Sergio Leone, George Cukor o John Milius. Sambrell se comprometió a apoyar su idea a través de su productora personal Aldo S. Brell Producciones Cinematográficas, SL. Así nació Río seco, un cortometraje de 20 minutos, ahora en fase de posproducción, que indaga en los últimos días de un actor olvidado.

"Es ficción pero tiene mucho de realidad", reconoce el guionista y directo. Rodado en dos pueblos de Ciudad Real, donde el actor tiene una casa que ha servido de escenario, ha utilizado como símbolo cinematográfico un verdadero río seco ubicado en la misma zona. "Quería recordar a todos esos grandes actores que han hecho grande el cine y que ahora permanecen en el olvido. Algunos las están pasando canutas porque no tienen ni forma de sobrevivir", advierte Serrano.

El corto cuenta también con la participación de Francisco Algora, conocido por sus interpretaciones en La colmena, Tiempo de silencio o Barrio.