El Este reclama la corona de los Spurs
Miami, Detroit e Indiana, principales candidatos a poner fin a la hegemonía de San Antonio, el vigente campeón
La reciente muerte de Jason Collier, pívot de los Atlanta Hawks, debido a una enfermedad cardiaca nunca antes detectada, el traspaso de Eddy Curry de los Chicago Bulls a los New York Knicks, a sabiendas de que puede sufrir una enfermedad similar a la que le causó el colapso a Collier, y el conflictivo nuevo código de vestimenta parecen haber hecho olvidar que la nueva temporada de la NBA comienza mañana. Los vigentes campeones, los San Antonio Spurs, presentan las mismas armas con las que conquistaron el anillo, más algunas interesantes contrataciones. A priori sólo tres equipos, curiosamente pertenecientes a la tradicionalmente débil Conferencia Este, parecen desafiar la corona del equipo tejano: los Miami Heat, los Detroit Pistons y los Indiana Pacers.
- San Antonio Spurs. Si Tim Duncan, Manu Ginobili y Tony Parker conservan la química y mantienen a raya al nuevo fichaje, el veterano base Nick Van Exel, una bomba de relojería en cada vestuario que ha visitado, la ciudad de El Álamo podría consagrase como una dinastía. Para colmo, la llegada de Michael Finley añade más profundidad de banquillo y tiro exterior.
- Miami Heat. Trabajando a la sombra de Pat Riley, el entrenador Stan Van Gundy ha vuelto a recibir un equipo diferente por tercer año consecutivo. Sin embargo, Miami sigue siendo el club de la ya consagrada estrella Dwyane Wade y de Shaquille O'Neal. Si Antoine Walker aprende a pasar el balón en vez de jugarse 20 triples por partido y Gary Payton, que no le hace ascos a ningún micrófono, se preocupa más de jugar que de ficticias conspiraciones, los Heat son favoritos para llegar a la final.
- Indiana Pacers. La cabeza de Ron Artest, que vuelve tras casi un año de sanción por su salto a la grada en el Palacio de Auburn Hills, sigue siendo un rompecabezas. Si evita más locuras, los Pacers son un equipazo. El base Sarunas Jasikevicius, que no tardará en hacerse con los mandos del equipo que dirige desde los despachos Larry Bird, ha encontrado un equipo a su medida: agresivo y competitivo.
- Detroit Pistons. La llegada de Flip Saunders como entrenador supone una gran noticia para un banquillo que pasó inadvertido durante el periplo de Larry Brown. Los líderes Chancey Billups, Richard Hamilton y Rasheed Wallace están hambrientos por demostrar que eran ellos, y no Brown, las verdaderas estrellas de este equipo.
- Houston Rockets. Con la baja de Amare Stoudemire hasta febrero, Houston sustituye a los Phoenix Suns como la alternativa más fiable a sus vecinos de San Antonio. A Yao Ming, con un año mas de experiencia y a Tracy McGrady, imparable en el uno contra uno, se les une la fortaleza física de Stromile Swift y el base puro del que no gozaban la pasada campaña, Rafer Alston, otro que ha hecho del conflicto parte de su naturaleza.
- Los Angeles Lakers. Ya sea porque se lo pidió su novia, que da la casualidad de que es la hija de su jefe, o porque echaba de menos la adrenalina, Phil Jackson regresa al banquillo de los Lakers en el reto más difícil de toda su carrera. Su reencuentro con Kobe Bryant añade un morbo especial a un equipo donde su mayor desafio es convertir a Kwame Brown en un jugador de verdad y a Lamar Odom en el próximo Scottie Pippen. Sufrirán para alcanzar los play-off.
- New York Knicks. A Larry Brown le toca la complicada tarea de convertir al equipo de Manhattan en un conjunto competitivo. Eddy Curry, si verdaderamente está sano, ocupará una posición, la de pívot que no ha encontrado dueño desde la marcha de Pat Ewing. Está por ver si a Brown le dura la magia para que los problemáticos Stephon Marbury y Jamal Crawford acepten escucharle y cumplan sus órdenes.
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