Carta a Joan Reventós

Querido y añorado Joan:

Desde que nos dejaste, el 13 de enero de 2004, han ocurrido muchas cosas en nuestro país. En estos dos últimos años hemos vivido todo tipo de acontecimientos políticos, que a buen seguro te habría gustado mucho vivir. Nos dejaste coincidiendo casi con el acceso, ¡al fin!, de un socialista a la presidencia de la Generalitat, algo de lo que el propio Pasqual Maragall te quiso informar personalmente. La formación de un Gobierno de la Generalitat como el actual, un Gobierno catalanista y de izquierdas, es el que te hubiera agradado poder formar en 1980, pero la primera victoria de CiU y la falta de disponibilidad de los aliados necesarios te impidió hacerlo. A pesar de los inevitables problemas que siempre implica todo gobierno de coalición, se han producido ya importantes cambios en Cataluña: no sólo se ha roto la inercia del casi último cuarto de siglo de los sucesivos gobiernos presididos por Jordi Pujol, sino que se han puesto en marcha ya políticas progresistas que atienden las nuevas demandas de la sociedad catalana.

La experiencia de Joan Reventós contribuiría a negociar y pactar sin tener que renunciar a lo irrenunciabe

Todo ello se ha hecho con un nuevo Gobierno en España, presidido de nuevo por un socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, que en las Cortes cuenta con el respaldo no sólo de los parlamentarios socialistas sino también los de otras formaciones políticas progresistas como IU, ERC, ICV, BNG, CHA... Ignoro si llegaste a conocerle personalmente, pero estoy seguro que te habría gustado mucho cómo gobierna Rodríguez Zapatero, lo que denominan su talante, muy cercano a tu modo de ser, sin aspavientos ni solemnidades, desde la moderación pero con la defensa radical de sus convicciones. Su triunfo electoral, el 14 de marzo de 2004 -esto es, un par de meses después de tu muerte-, se produjo tres días después de los brutales atentados del nuevo terrorismo internacional en Madrid, que el Gobierno del PP intentó instrumentalizar al servicio de sus intereses partidistas. La primera medida tomada por Rodríguez Zapatero como nuevo presidente del Gobierno fue ordenar la retirada inmediata de las tropas españolas desplazadas a Irak, haciendo así honor a su compromiso electoral al respecto. El respeto a la palabra dada ha sido la constante de Rodríguez Zapatero en sus primeros 20 meses al frente del Gobierno, y así, por ejemplo, anuló el Plan Hidrológico Nacional, reconoció plenos derechos civiles a homosexuales y lesbianas y dispuso el retorno de todos los documentos que habían sido incautados por el franquismo en Cataluña y que han permanecido como botín de guerra en Salamanca.

El PSC, que en el último ciclo electoral volvió a ser el partido que más votos obtuvo en todos los comicios, contribuyó de forma decisiva a la victoria del PSOE en las últimas elecciones generales. Tú, que sin duda fuiste quien más y mejor trabajó en la difícil construcción de este partido, estarías orgulloso al ver cómo se ha convertido en lo que ahora es, fiel reflejo y crisol de la realidad actual de la sociedad catalana, mucho más compleja y diversa de lo que muchos pretenden. Con Pasqual Maragall como presidente y Pepe Montilla como primer secretario -cargos que compatibilizan con los de presidente de la Generalitat y ministro de Industria, respectivamente-, con Manuela de Madre como vicepresidenta, con Miquel Iceta como viceprimer secretario, con Pepe Zaragoza como secretario de Organización, con todo un equipo de dirigentes de toda edad y procedencia, éste es el PSC que siempre soñaste. Un PSC que por vez primera gobierna no sólo en los más importantes municipios de Cataluña y también en el Gobierno español, sino también en el Gobierno de la Generalitat.

Y así, Joan, llegamos hasta la reciente aprobación del nuevo proyecto de Estatuto de Autonomía de Cataluña. Lo aprobó una muy amplia mayoría -120 síes de CiU, PSC, ERC e ICV frente a 15 noes del PP-, en ese Parlament que tu presidiste en tu último mandato como diputado. En poco más de año y medio del Gobierno tripartito de la Generalitat presidido por Pasqual Maragall se ha conseguido elaborar un proyecto de nuevo Estatuto, cuando en casi un cuarto de siglo de gobiernos de CiU ni tan sólo se intentó. Fue necesaria una larga y difícil negociación, que ha dado como resultado final un texto excesivamente detallado y prolijo, y por encima de todo muy polémico, puesto que en no pocos aspectos bordea e incluso puede que desborde los límites de la Constitución.

Ahora, Joan, nos encontramos ante una gran oportunidad histórica que no podemos desaprovechar. Difícilmente tendremos otra oportunidad similar en mucho tiempo, con un Gobierno español que quiere avanzar en la construcción de la España plural, de esa España federal que siempre defendiste. Si siempre se te encuentra mucho a faltar, tu ausencia es ahora mucho más clamorosa y dolorosa, porque tu experiencia política contribuiría sin duda a establecer los necesarios puentes de diálogo, a saber negociar y pactar sin tener que renunciar a lo irrenunciable, como pretenden desde las filas del PP y como exigen desde los altavoces desde el españolismo más rancio, en ocasiones incluso desde algunos sectores del PSOE. Tal vez tú podrías convencerles.

Esto es todo por ahora, Joan. Cuánto siento que mi carta no pueda tener ya tu respuesta. Un abrazo.

Jordi García-Soler es periodista.