Demasiado lejos del euro
La economía húngara duplica el déficit comprometido con Bruselas
Hungría registrará este año un desequilibrio fiscal del 6,1% del PIB, más del doble de la cifra comprometida con Bruselas. A pesar de ello, la economía del país sigue boyante, con tasas de crecimiento que se acercan al 4%, su inflación es la más baja en los últimos 30 años y lidera la llegada de inversiones extranjeras entre los países de Europa del Este.
Pocos analistas creen que Hungría estará en condiciones de unirse a la moneda única europea en el plazo previsto, en el año 2010
El déficit público húngaro llegará al 6,1% del PIB durante este año y se situará en un 5,2% a finales del próximo ejercicio
Los últimos datos entregados por las autoridades húngaras no son alentadores. Según las previsiones gubernamentales el déficit público llegará al 6,1% del PIB durante este año y se situará en un 5,2% durante el próximo curso. Estas cifras, que según algunos analistas podrían ser incluso mayores, contrastan con los niveles comprometidos con Bruselas hace un año, que situaban el desequilibrio fiscal del país en 3,6% para 2005 y en 2,9% para 2006.
Hungría, al igual que los nueve miembros que ingresaron en la Unión en 2004, acordó con la Comisión Europea un calendario para reducir su excesivo déficit público. El país debería estar en condiciones de adoptar el euro en 2010, tras alcanzar los objetivos de convergencia establecidos en el Pacto de Estabilidad. No obstante, los últimos resultados han provocado las protestas de la UE, cuyos portavoces han declarado que no se han realizado los esfuerzos suficientes para cumplir las metas.
Reactivar el consumo
Después de dos advertencias comunitarias durante este año, pocos creen que Hungría estará en condiciones de unirse a la moneda única en el plazo previsto. En la UE se critica que el gasto público ha aumentado excesivamente, sobre todo en las elevadas prestaciones fiscales para las familias. Por otro lado, señalan que las reformas prometidas en el sector de las pensiones y fiscal no se han cumplido. Entre otras medidas, el Gobierno húngaro, que el próximo año se enfrenta a una campaña electoral, ha reducido el IVA desde un 25% a un 20%.
Hungría busca una reactivación en el consumo, que ha caído desde un 8% en 2003, hasta un 3,5% el año pasado. El modelo de crecimiento local se sostiene actualmente sobre la inversión extranjera y en el comercio exterior. El país está a la cabeza de los países del Este en atracción de capital foráneo, con 5.000 dólares por habitante, frente a 4.200 de República Checa y 1.200 de Polonia. No obstante, Budapest prefiere que el gasto de las familias tire del carro de la economía local.
El Ejecutivo teme que sin un gasto privado fuerte, en 2005 crecerá sólo un 3,1%. Y es que, a pesar de que Hungría mantiene uno de los niveles más altos de déficit fiscal de Europa, su economía goza de buena salud. El año pasado el PIB creció un 4%, mientras que los pronósticos indican que las subidas llegarán al 3,6% en 2005 y al 3,9% en 2006. La inflación, que llegó al 3,6% en agosto, también se encuentra controlada.
Desempleo creciente
Con todo, otro problema que enfrenta la Administración son las crecientes tasas de desempleo. Durante el segundo trimestre el paro aumentó en 1,3% en comparación con el mismo periodo del año pasado, con lo que la tasa total ha crecido hasta el 7,1%, una cifra que según pronósticos de analistas locales debería repetirse al cerrar los próximos dos cursos. Estos números se agravan por la escasa productividad de los trabajadores.
Frente a esto, la OCDE ha sugerido a Hungría una serie de políticas. El organismo internacional ha dicho en su último informe que es fundamental que se reforme el sistema de salud que sigue lastrando las cuentas públicas y que se perfeccione la política monetaria, que en los últimos meses ha enfrentado al Gobierno con el banco central. También se ha sugerido que se eleve la productividad laboral, aumentando los incentivos para trabajar e invertir en políticas de innovación.
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