Los cristianos de base piden "maestros y no funcionarios de lo sagrado" en la Iglesia
"Jesús no funda una organización para conquistar el poder", afirma el teólogo Tamayo
Los católicos de base, seguidores de la renovación que en su momento significó el Concilio Vaticano II, debaten en el cuarto congreso de la Asociación Cristianismo en el Siglo XXI, que empezó ayer, la necesidad de las instituciones religiosas para vivir la fe hoy en día, en una sociedad secularizada. Uno de los ponentes, el jesuita Xavier Melloni, diagnosticó que si las instituciones religiosas quieren sobrevivir, necesitan "tener maestros" y no "funcionarios de lo sagrado".
El escolapio Ramon Maria Nogués opinó que el fragmento del Evangelio que hoy se leerá en las parroquias (Mateo 23, 1-12) define la situación actual de la Iglesia católica. En él, Jesús, dirigiéndose a sus seguidores, afirma: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen".
"Jesús no funda una organización política orientada a la conquista del poder", recordó el teólogo Juan José Tamayo, sino "una comunidad de hermanos y hermanas iguales, donde no caben las estructuras de dominación". "La dimensión comunitaria de la fe cristiana se va diluyendo en la medida en que la Iglesia se convierte en insitutición, se alía con el imperio", afirmó.
"Una Iglesia enrocada"
"La cuestión es si la estructura piramidal de la Iglesia sirve o no para difundir el mensaje cristiano", aseguró Jordi Porta, presidente de Òmnium Cultural y miembro de la Asociación Cristianismo en el Siglo XXI, que agrupa a una quincena de entidades católicas de base. Según Porta, la Iglesia católica como institución está "enrocada en el pasado, con una estructura jerárquica con su Estado, el Vaticano; su monarca absoluto, el Papa, y su nobleza, la curia vaticana".
Porta reivindicó la herencia del Concilio Vaticano II, aunque constató que "los intentos para hacer una Iglesia más participativa han sido abortados". Por el contrario, la jerarquía vaticana potencia una manera de vivir la fe "teledirigida", en un momento de "tsunami cultural, incertidumbre y tambaleo" en el cual la sociedad "necesita seguridades".
Nogués destacó que hoy en día en todas las sociedades y en todas las religiones se produce "un auge de los neoconservadurismos y los fundamentalismos", algo que ejemplifica el discurso del presidente de Estados Unidos, George Bush. El fundamentalismo es, según Nogués, una "reacción al miedo a la libertad" en un contexto de "crisis de valores".
Por vez primera, un representante de la jerarquía eclesiástica catalana participará en un congreso de Cristianismo en el Siglo XXI. En su primer encuentro, en 1999, los obispos catalanes "desaconsejaron" a los fieles participar en dicho evento. Este congreso se celebra después de un año de cambios en la Iglesia católica, tras el fallecimiento de Juan Pablo II. En Cataluña, además, Lluís Martínez Sistach sustituyó a Ricard Maria Carles en el arzobispado de Barcelona, que se ha dividido en tres diócesis.
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