La Universitat de València cubre el 96% de las plazas ofertadas y pide un trato en sintonía con su dimensión

El vicerrector de Estudios y Organización Académica de la Universitat de València, Antonio Ariño, presentó ayer los resultados de matrícula con gesto de satisfacción. La Universitat ha cubierto 8.448 de las 8.808 plazas de primer curso entre las convocatorias de junio y septiembre, lo que representa el 96% del total. Los datos contrastan con los de las otras cuatro universidades públicas: La Politécnica de Valencia deja sin cubrir el 10,5% de las plazas ofertadas; la de Alicante, el 11,5%; la Jaume I de Castellón, el 19,8%, y la Miguel Hernández de Elche, el 25,2%, según los datos aportados por Ariño.

La Universitat de València rechazó por insuficientes dos de los tres convenios de financiación (los relativos a infraestructuras docentes y a parques científicos) ofrecidos por el consejero de Empresa, Universidad y Ciencia, Justo Nieto hace dos semanas. Los otros cuatro rectores los suscribieron. Ariño aprovechó la presentación de los datos de matrícula para lanzar un mensaje a la Generalitat: "La sociedad debe conocer las dimensiones que tiene la Universitat de València; y esas dimensiones tienen sus necesidades".

Más allá del acierto en la oferta de plazas, el vicerrector subrayó que la Universitat captó en la convocatoria de junio el 40% del total de plazas solicitadas, casi el doble que la Politécnica (el 23,2%). La de Alicante atrajo al 19,7% de nuevos alumnos, la Jaume I, al 9,5%, y la Miguel Hernández, al 7,8%.

Tomando la matrícula total (de primer y segundo ciclo), la Universitat de València ha conseguido 9.944 nuevos alumnos, el mejor dato desde 1999. La cifra aproxima los resultados de matrícula de la Universitat a los buenos tiempos anteriores a la aparición de la segunda universidad privada de Valencia (la Católica), y se produce cuando todavía está accediendo a la educación superior una generación nacida en la segunda mitad de los años ochenta, una época de baja natalidad. El número global de alumnos no ha aumentado, de modo que la Universitat de València tiene que haber crecido necesariamente a costa de las otras cuatro universidades públicas valencianas.