El portero insuperable

Cuando abandonó el Barcelona, Francesc Arnau (1975) se despidió con el gesto torcido. Estaba dolido. Creía que valía para el puesto, que no era necesario contratar a nadie para ocupar su lugar bajo el larguero. "El portero del Barça tiene que ser un buen portero y ya está", dijo entonces; "lo más importante de todo es que en los momentos importantes sepas sacar a relucir tus cualidades. Eso es lo más difícil". Un portero tiene que mantener la portería a cero, pensaba Arnau. Atajar balones. Detener un tiro tras otro. Como el miércoles, cuando volvió por primera vez al Camp Nou, defendiendo al Málaga (2-0), y realizó una, dos, tres..., hasta 19 paradas (una cada 4m 44s), lo que le colocó como el guardameta que más tiros ha detenido en la Liga al menos desde el curso 1998-1999, superando a Casillas, del Madrid.

"Me duele todo el cuerpo del cansancio. Fue un partido duro, en el que nosostros hicimos todo el desgaste. No fue un día perfecto", explica Arnau por teléfono. "Para eso habríamos tenido que terminar el partido con la portería a cero y llevarnos al menos un punto. Pero es verdad que tuve una buena actuación", resume. "Por ocasiones y juego, ellos hicieron uno de sus mejores encuentros. Nos metieron atrás, seguían llegando... Aguantamos hasta el minuto 80", dice al recordar que el Barça disparó 37 veces y que sólo un penalti dudoso, señalado en el minuto 80, terminó por derrumbar el muro que había construido con sus estiradas.

Tras el partido aún le hervía la sangre. "Me da mucha rabia", se quejó tras enfrentarse a toda la artillería azulgrana, incapaz de superarle con tiros desde fuera del área (19), desde dentro (18) o con cabezazos (5). Sólo pudieron con él de penalti. "Ves cómo Ronaldinho se tira, que el árbitro pita y que todo se va por tierra... Después hablaremos de conspiración y cosas de ésas... Pero hoy nos han fastidiado", afirmó quien luego fue superado por una vaselina de Larsson.

Casillas, portero del Madrid, recuerda en cada concentración de la selección española que no se siente seguro. Que sabe que tiene competencia. Que con España pueden jugar él, Reina, Cañizares, Esteban... Todos ellos porteros que nunca han parado tantos tiros en un partido como Arnau ante el Barça. Sólo el propio Casillas se acerca al registro de 19 paradas del catalán. En la temporada 1999-2000, contra la Real Sociedad, Casillas paró 14 balones. Cinco menos que Arnau, su nuevo competidor por la portería del equipo nacional, que en lo que va de temporada detiene un balón cada 19 minutos (44) y ha recibido 12 goles (uno cada 71 minutos). "Yo trabajo al máximo e intento estar siempre concentrado. No ha sido sólo este partido. Me encuentro bien desde el fin de la temporada pasada porque he tenido continuidad", explicó ayer; "si ese trabajo me llevase a la selección, sería la mejor forma de sentirme recompensado y valorado por el esfuerzo".

Para Arnau, todo empezó en el Barça, cuando tenía 14 años. Aquel chico desgarbado, el portero que deslumbró a Europa entera durante un Arsenal-Barça (2-4), era un producto de la cantera. Cinco años después, se enfrentó al Valencia de Aimar en Mestalla convertido en la referencia del Málaga (2-1). Entre esos dos partidos, un camino marcado por una lesión en una rodilla que le destrozó el ligamento interno y el cruzado posterior. Aún jugaba en el Barça. Fue el inicio de su salida: "Lo peor que me ha pasado. Era titular y no me dieron más oportunidades".