_
_
_
_
Reportaje:

Una exposición que reivindica un museo

El Museu d'Etnologia abre con meses de retraso una muestra sobre la evolución de las ciudades valencianas entre 1800 y 1940

Ignacio Zafra

El Museu d'Etnologia de València inauguró el miércoles en el centro cultural La Beneficència La ciutat viscuda. Ciutats valencianes en trànsit. 1800-1940, una exposición cuya apertura fue retrasada durante meses mientras la Diputación de Valencia maniobraba para tratar de buscarle una sede propia al museo. No lo consiguió. El diputado de Cultura, Vicente Ferrer, admitió en la presentación que su intento de implicar en el proyecto al Ayuntamiento y a la Consejería de Cultura chocó con la falta de dinero. Y con la celebración de un acontecimiento "de la magnitud" de la Copa del América. La Diputación se conforma ahora con crear, "antes del final de la legislatura", en 2007, un consorcio que agrupe a las tres Administraciones.

La Ciutat viscuda, en cualquier caso, es una gran exposición que profundiza en los rasgos del pueblo valenciano a través de la evolución de sus ciudades en una etapa concreta: desde los primeros pasos de la era industrial hasta la ascensión del franquismo. La muestra es de producción propia, mezcla la exhibición de piezas históricas, de textos y de soportes audiovisuales, tiene un diseño atractivo y resultó relativamente barata (costó unos 300.000 euros).

No se ha decidido cuánto tiempo permanecerá abierta. Seguramente porque la exposición acabará convertida en la colección permanente del museo, se ubique donde se ubique.

La exposición tiene una voluntad vertebradora, lo que ha obligado a flexibilizar el término ciudad. En la primera sala, cuatro webcam muestran en directo la plaza de la Virgen de Valencia, el paseo marítimo de Alicante y las plazas del Ayuntamiento de Alcoi y Castellón. De la primera sólo se ve un andamio, porque el Ayuntamiento está siendo rehabilitado.

La siguiente sala comienza con un audiovisual proyectado sobre dos grandes pantallas. El resto de la habitación está recubierta de espejos. El conjunto pretende provocar en el espectador "la sensación que uno tiene al llegar a una ciudad que no conoce". El audiovisual, con música original de Luis Ivars, incluye una grabación, pasada a cámara rápida, de 24 horas en la ciudad de Valencia desde una perspectiva poco habitual, la Feria de Muestras, lo que permite ver el nuevo skyline de la avenida de Las Cortes. El resto de imágenes encadena escenas de los años 20, o 30, en Alicante, la fotografía de un sidecar bajando de Morella, imágenes costumbristas de Gandia, Vila-real...

La exposición subraya la condición de la ciudad como escenario de los cambios sociales, con ejemplos como la ropa de las mujeres, y las primeras publicaciones valencianas. La colección de juegos de una familia burguesa -con una Vaquería Suiza y una iglesia en miniatura, con sus respectivos actores- y los juegos de los niños pobres, que incluyen una lata y un artefacto futurista hecho a ganchillo.

Casi todas las piezas de La ciutat viscuda fueron donadas por sus propietarios. Algunos cuentan su historia, que puede ser escuchada en grabaciones. Hay un telar que funcionó junto a la plaza de Lope de Vega; un ejemplo de las primeras fábricas; una reproducción de una alcoba de principios de siglos; fotografías, cartas y demás objetos personales, algunos de ellos funerarios. La última sala recrea un casino o un ateneo cultural. El comisario, Santiago Grau, señaló que esperan que los visitantes donen sus propios recuerdos, que serán integrados en la muestra.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_