Ante el peligro, solos
Gracias al señor alcalde, y a su megaobra de la M-30, algunos vecinos, cuando llegamos a la plaza de José María Soler, donde se juntan Alfonso XIII y Costa Rica, y donde se están gastando -y tememos algunos que dilapidando- 4.000 millones de las antiguas pesetas, nos sentimos como Gary Cooper en Solo ante el peligro.
Semáforos sin funcionar o locos, pasos de peatones con semáforos ocupados por obras, aceras totalmente levantadas y/o ocupadas por máquinas, y todo ello sin habilitar zonas de seguridad o alternativas a los vecinos. Y así, todos los que nos lanzamos a la aventura de andar por la plaza nos sentimos como el admirado actor. No importa sexo o edad; todos, sin excepción, solos ante el peligro. Y nuestros agentes municipales no están; y, si aparecen -¡milagro!-, se ocuparán sólo del tráfico rodado y, con el ademán impasible, verán carreras, tropezones, saltos... de embarazadas, abuel@s, niños, jóvenes y maduros.
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