El 21% de los niños que nacen en Cataluña son hijos de inmigrantes, porcentaje que supera el 29,5% en Girona

El 21,3% de los bebés nacidos el año pasado en Cataluña eran hijos de padres inmigrantes (ambos progenitores o uno de los dos), porcentaje que se disparó hasta el 29,6% en la provincia de Girona, donde la concentración de población extranjera es elevada. En 2004 hubo un total de 76.687 nacimientos (el 5,1% más que el año anterior), la cifra más alta desde 1980. A este repunte contribuyó primordialmente la inmigración, como viene sucediendo en los últimos años: mientras que los nacimientos de bebés con los dos progenitores inmigrantes aumentaron el 25%, los de padres autóctonos lo hicieron un tímido 1%.

"No estamos ante un nuevo boom de la natalidad, pero sí ante una recuperación del número de nacimientos y ante unas pautas que a medio y largo plazo contribuirán a configurar la población catalana de una manera diferente", dijo ayer el secretario de Economía de la Generalitat, Andreu Morillas, que participó en la presentación de las cifras del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat) sobre los nacimientos de 2004.

El incremento del 5,1% del número de nacimientos en 2004 respecto al año anterior no hace más que confirmar la tendencia al alza que se viene registrando en el último lustro tras una época con una natalidad bajo mínimos. Aunque la inmigración ha sido el factor que más ha pesado en el incremento de la natalidad, la población autóctona también ha aportado su granito de arena: "Por una parte, las generaciones del baby boom de los años setenta se encuentran en la edad de máxima fecundidad, y por otra, la fecundidad está aumentando en mujeres de edades más maduras", explicó el director del Idescat, Josep Maria Vegara. Otro indicador destacable es el incremento, del 7,2%, de los nacimientos terceros hijos.

A pesar del sostenido aumento de los nacimientos de los últimos años, el indicador coyuntural de fecundidad (el número medio de hijos por mujer en edad fértil) se sitúa en 1,41, por debajo de la media en la Unión Europea (1,5 hijos por mujer) y aún lejos de la tasa considerada necesaria para garantizar el reemplazo generacional (2,1 hijos por mujer). La edad media de la maternidad se sitúa en 30,8 años, una décima por debajo de la del año anterior, lo que significa un cambio en la tendencia al alza que se producía desde 1980. El inicio de un descenso en este indicador viene favorecido también por la inmigración, ya que las mujeres extranjeras tienen hijos a edades más tempranas, alrededor de los 25 años.

Respecto a los nacimientos de bebés de padres inmigrantes, los que más han aumentado son los que tienen los dos progenitores de origen extranjero (el 25% más que el año anterior), lo que, según Vegara, pone de manifiesto una "tendencia a la endogamia". Los hijos de madre española y padre extranjero aumentan el 23%, frente al 11% de los de madre extranjera y padre español.

Por territorios, el área de Girona encabeza la mayor proporción de nacimientos de padres extranjeros (29,6%, incluidos los hijos de parejas mixtas), mientras que la Cataluña central se sitúa en el extremo opuesto (19,3%).

Las estadísticas revelan también un aumento de los bebés nacidos de madres no casadas, que suponen el 28% del total.