Una voz hispánica
La reciente Cumbre Iberoamericana ha puesto sobre el tapete las previsibles y no muy efectivas declaraciones de buenas intenciones. Sin embargo, estas reuniones que agrupan a los países de cultura hispano-portuguesa representan un primer paso hacia algo que no debió haberse perdido: ya que no una comunidad panhispánica, sí una toma de postura común basada en los comunes lazos históricos, culturales y económicos.
Como todos los imperios, el español y el portugués se edificaron sobre el expolio y la violencia. No obstante, erraríamos en desaprovechar el inmenso caudal que aquellos siglos generaron. De este potencial en ciernes da idea la atemperada crítica norteamericana a la resolución contra el bloqueo a Cuba. En los desafíos del necesario mundo multipolar, una sola voz para toda la comunidad hispánica de naciones deberá ser un factor a tener en cuenta.
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