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Reportaje:LA SITUACIÓN DEL ALJARAFE

La fiebre del crecimiento

Valencina emula a los municipios vecinos y propone pasar de 7.500 a 32.000 habitantes en los próximos 20 años

Reyes Rincón

Los restos arqueológicos conservados en el municipio de Valencina de la Concepción dan fe de que la historia del pueblo se remonta a la Edad del Cobre, entre 2.500 y 1.800 años antes de Cristo. Sin embargo, en el aspecto urbanístico, esta localidad situada a 10 kilómetros de Sevilla parece estar enfilando una adolescencia difícil. Es uno de los pocos pueblos de la llamada primera corona del Aljarafe, integrada por los 12 municipios más próximos a Sevilla, que ha mantenido un ritmo de crecimiento relativamente pausado (5.286 habitantes en 1995 frente a 7.269 hoy). Pero, ahora que muchos de sus pueblos vecinos ya están saturados, Valencina cree que ya le ha llegado la hora de dar el gran estirón, como ese hermano pequeño que quiere emular al mayor a toda costa y cuanto antes.

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que redacta el Ayuntamiento duplica la superficie urbanizada del municipio. El plan prevé un parque logístico y zonas comerciales, pero sobre todo, reserva suelos para construir hasta 8.000 nuevas viviendas (hoy tiene 3.011). La localidad, que ahora cuenta con unos 7.500 habitantes, tendrá cuando se complete el plan más de 32.000 vecinos.

José Luis Tosca (PP) es alcalde de Valencina desde hace año y medio. El próximo jueves cederá el mando a Adolfo Balseiro (PSIV) en virtud del pacto de gobierno que alcanzaron para desbancar al PSOE de la Alcaldía en una moción de censura. Tosca, cuyo gobierno ha dado el empujón definitivo al diseño del PGOU, se defiende de las críticas y sostiene que "crecer es sinónimo de vida". "No podemos permanecer aislados respecto al área metropolitana. Tenemos que crecer, aunque hay que hacerlo de forma sostenible y gradual", señala el alcalde.

El salto demográfico, según Tosca, se hará en dos fases. "Al principio sólo ordenaremos la mitad de las viviendas previstas, vamos a ir sin prisa. En 15 años se harán unas 4.500 viviendas", asegura el regidor. La construcción de 8.000 viviendas, según el alcalde, es una previsión de aquí a dos décadas. "No son tantas viviendas para 20 o 25 años. Las podemos absorber perfectamente", afirma Tosca. Los vecinos críticos con los planes municipales, agrupados en la plataforma Valencina Habitable, advierten, sin embargo, de que las inmobiliarias ya han pagado los terrenos y no van a esperar 25 años para construir.

"A golpe de urbanización"

El lento crecimiento de Valencina ha sido, según Tosca, "a golpe de urbanización". Las primeras se levantaron en los años setenta con viviendas unifamiliares aisladas, sin planificación previa y que crearon núcleos separados del casco histórico. "Lo que se pretende ahora es crear un nexo de unión para que el casco se integre con las urbanizaciones", señala el alcalde.

El crecimiento tardío respecto a otros municipios vecinos tiene la ventaja de poder aprender de los errores cometidos en la mayoría de los pueblos del entorno. El alcalde asegura que su gobierno ha sentado las bases para evitar que el municipio se convierta en una "ciudad dormitorio". "Valencina no tiene por qué perder su idiosincrasia de pueblo", sostiene Tosca, quien destaca que el plan es respetuoso con los recursos ambientales y sus vestigios arqueológicos.

Entre los grandes emblemas del PGOU, el alcalde alude a un parque arqueológico de 800 hectáreas. Sin embargo, Francisco Morilla, arquitecto, sociólogo y miembro de Valencia Habitable, asegura que el plan arrasará gran parte del yacimiento calcolítico del municipio. "El yacimiento tiene 200 hectáreas y el parque arqueológico, sólo 80. Más de 100 se le entregan a las inmobiliarias y se cubren con viviendas", explica Morilla, quien critica asimismo que el PGOU "satura" la meseta de Valencina, el único terreno urbanizable del pueblo. "Valencina es hoy habitable. Con este PGOU, habrá que irse del pueblo", apunta Morilla.

Carmen Vázquez vive en el municipio desde hace 23 años y cree que el pueblo "necesita vida", aunque no se atreve a valorar el PGOU elaborado por el Ayuntamiento. "Se está politizando todo. Te llegan folletos de unos y de otros contradiciéndose", explica. "Me da miedo que esto se llene de coches o que se empiecen a hacer casas horrorosas, pero de ahí que nos quedemos parados tampoco se si es bueno", reflexiona. En uno de esos folletos a los que alude la vecina, el Ayuntamiento se defiende de las críticas al PGOU advirtiendo de que el "éxodo" de muchos jóvenes a otros municipios es consecuencia de la "parálisis urbanística" del anterior equipo de gobierno. "No podemos permitir que los jóvenes se vayan a otros pueblos porque la vivienda aquí es cara. Hay que construir para todos", señala el regidor.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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