Poeta que canta

Se siente un poeta que canta. Recitó con un cuaderno en la mano un poema sobre los armónicos que dibujaba el bajo; después leyó otro de sus escritos sobre unos arpegios de guitarra. Voz y palabras. Una voz desgastada por el tiempo y cantidades industriales de nicotina. Un hilo de voz que le basta para cautivar con esas Olas de vida ("te oí llegar en la tarde, / luna que abre los balcones. / Notas de luz son tu risa / dulce mar tus emociones"). Le ayuda Olga Román, con la que comparte canciones como Tu voz, tu sentimiento -música de Leo Minax- o Agua de tus manos -música de Guerrero y Suso Saiz-, que forman parte de su último disco, Plata. Las letras se hacen eco de la poesía de los primeros trovadores. Se dice en la carátula que es un canto a la energía femenina. Y un bálsamo de Fierabrás para curar las heridas del alma.

Le acompaña un delicado entramado de guitarras eléctricas, que trabajan texturas y atmósferas. Luis Mendo y Nacho Sáenz de Tejada se agigantan al optar por la sencillez, la transparencia y el lirismo en los arreglos. Este extremeño, vecino de Madrid, y autor hace 33 años de aquel himno que fue A cántaros, es un cantautor que dignifica nuestro cancionero popular.