"La economía ha pasado a un peligroso segundo plano"

Recién llegado a la presidencia del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Juan Roig (Valencia, 1949) no ha tardado en hacer un análisis de los riesgos que entraña la actual situación política, que define como "crispada y algo subida de tono", básicamente por el debate alrededor del proyecto de Estatuto catalán. Más allá del Estatuto, Roig -que preside también Mercadona, el gran modelo de éxito de la industria de la distribución alimentaria en España- asegura que la economía española "marcha bien o incluso muy bien, pero ha pasado a un peligroso segundo plano en la agenda política, y eso puede suponer un problema a largo plazo".

La gran preocupación respecto al proyecto estatutario es la posible "fragmentación del mercado único". "Al instituto no le corresponde entrar a valorar si eso sucede o no, pero sí advertir de que no se puede poner en peligro la unidad de mercado". El IEF celebra a partir de hoy, en Tenerife, el 8º Congreso de la Empresa Familiar.

"Queremos que se pacten los grandes temas para garantizar la estabilidad necesaria"

"La unidad de mercado es esencial para que la economía funcione"

Pregunta. En su primer discurso reclamó a los políticos consenso para evitar que siga subiendo la tensión política. ¿El Gobierno está haciendo los deberes en materia de política económica?

Respuesta. La economía funciona bien o incluso muy bien. Pero la impresión de los empresarios es que para garantizar que el crecimiento actual sea sostenible hay que afrontar reformas de mayor calado que ahora mismo no están en la agenda política. La economía ha pasado a un peligroso segundo plano. Queremos que se legisle más sobre temas económicos y que se pacten los grandes temas para garantizar la estabilidad necesaria.

P. El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, asegura que el proyecto de Estatuto catalán puede suponer la fragmentación del mercado único. ¿Opina lo mismo?

R. Es evidente que hay un riesgo de fragmentación de la unidad de mercado. Pero el mayor riesgo se deriva del nivel actual de crispación política. Los políticos se han ido radicalizando y nos alejamos de una etapa de consenso que era muy positiva para la estabilidad de la economía. No nos preocupa el Estatuto. No nos corresponde valorar si atenta o no contra la unidad de mercado. Pero sí advertimos de que la unidad de mercado es esencial para que la economía española funcione, y hay que garantizarla.

P. ¿Qué opinan los empresarios catalanes del instituto? ¿Preocupa el riesgo de que se boicoteen los productos catalanes?

R. El problema no es que pueda haber boicot, ésos son aspectos coyunturales. El problema que tienen los empresarios catalanes y los que no son catalanes es que todo lo que vaya en contra de la unidad de mercado hace que España sea menos productiva. Adaptarse a cada comunidad es muy caro en términos de costes para las empresas. Estamos de acuerdo en que debe haber cierta adaptación en lo más imprescindible, pero lo que no es bueno es que haya impuestos diferentes, IVA diferente en cada autonomía...

P. ¿Qué relación tienen con el equipo económico del Gobierno?

R. El IEF ha tenido, tradicionalmente, buenas relaciones tanto con los gobiernos del PSOE como con los del PP. Y con el actual Gobierno estamos satisfechos. Aunque nos gustaría que legislara más y que la economía estuviera en el centro de las prioridades, porque el bienestar de un país depende de cómo funcione la economía.

P. El Ejecutivo ha puesto sobre la mesa un documento sobre la reforma laboral. ¿Va por el buen camino?

R. La CEOE ya ha opinado sobre el asunto. Lo que pedimos los empresarios es mayor flexibilidad.

P. ¿Qué aspectos le preocupan de la actual situación económica?

R. La política ha dejado en un segundo plano problemas como la inmigración. El efecto llamada de los inmigrantes está ahí y nos puede llegar a ahogar. La inmigración le ha venido muy bien a la economía española, pero ahora hay que dar el paso de la integración de esos inmigrantes. Hay otras dificultades, como las inversiones en infraestructuras o la falta de una política clara en I+D. Son medidas que si no se toman ahora pueden provocar problemas en el futuro. Pero insisto en que lo fundamental es la estabilidad política. Sin estabilidad no hay crecimiento. Y para que haya estabilidad se deben consensuar los grandes temas.

P. Sucede en el cargo a Alfonso Soláns. ¿Va a ejercer una presidencia continuista?

R. Las líneas maestras de la asociación no las marca el presidente. Eso sí, va a ser continuista. En todo caso, vamos a intentar tener una mayor presencia como interlocutores del Gobierno, seguir avanzando en los aspectos fiscales que afectan a las empresas e intentar hacer un debate político constructivo en materia de economía.