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Reportaje:COYUNTURA INTERNACIONAL

La bonanza del gigante nórdico

Noruega busca consolidar su crecimiento sin depender del petróleo

La economía noruega pasa por un buen momento, con tasas de crecimiento que superan el promedio de la UE, un desempleo que llega al 4,5% y una inflación controlada. Un desarrollo sustentado en el comercio exterior y en las grandes reservas petrolíferas del país. El problema sigue siendo su dependencia de los precios del crudo y un costoso sistema de pensiones y beneficios sociales.

La fuerza laboral noruega es una de las más productivas, pero las pensiones de invalidez y prejubilaciones son de las mayores de Europa
Noruega atraviesa una coyuntura favorable que le permitirá crecer un 2,5% este año y un 2,1% durante el próximo ejercicio

Noruega, el país que se ha negado a pertenecer a la Unión Europea, atraviesa una coyuntura favorable que le permitirá crecer un 2,5% este año y un 2,1% durante el próximo curso. Con ello, la nación nórdica olvida la desaceleración que sufrió hace un par de años y se consolida como uno de los miembros de la OCDE con mejores perspectivas de desarrollo, con un PIB que se elevará más de un punto sobre el promedio de sus vecinos de Europa.

El PIB, que en 2004 registró un alza del 2,9% (incluyendo la industria petrolera y pesquera), se suma a la situación de pleno empleo técnico, con una tasa de paro de 4,5% que el Gobierno espera reducir a un 4,1% durante el próximo año. En 2006, se espera que la tasa de empleo crezca un 0,8%. Del mismo modo, la inflación está controlada con tasas del 0,4% el curso pasado, y previsiones de llegar al 1,7% durante los dos próximos años.

Efecto del petróleo

El desarrollo noruego se basa principalmente en la bonaza petrolera y en los elevados precios internacionales del crudo registrados durante los dos últimos años. Las reservas de hidrocarburos noruegas se encuentran entre las 10 más grandes del mundo, y el país se posiciona como uno de los cinco primeros productores. Este desarrollo de la industria petrolífera ha posicionado al comercio exterior y a las inversiones extranjeras como los motores de la economía del país.

Sin embargo, este escenario no es perfecto. La OCDE, en su último informe sobre Noruega, advierte que la baja inflación no es producto de la caída en la demanda interna, sino que responde a una bajada en los precios de las importaciones. Los analistas advierten que este robusto crecimiento puede sobrecalentar la economía, especialmente si las inversiones en el sector petrolífero continúan creciendo. La bonanza petrolera, además, podría elevar en exceso el gasto público.

La otra crítica que los organismos internacionales hacen a Noruega es su excesiva dependencia del crudo. El país nórdico mantiene una regla de equilibrio que se basa en los precios internacionales del petróleo y en los excedentes de la venta de crudo que compensan el gasto fiscal. Esto les ha permitido tener superávit sobre el 10% de su PIB durante los últimos cinco años, aunque los especialistas creen que el país debe desligarse del petróleo si pretende consolidar su crecimiento en el largo plazo.

Pensiones elevadas

Un tercer elemento en contra es su elevado gasto en pensiones (9% del PIB) y un sistema de seguridad social y de beneficios laborales extremadamente permisivo. Si bien la fuerza laboral noruega es una de las más productivas de Europa, también es uno de los países con los mayores niveles de pensiones de invalidez y retiros laborales prematuros. Esto significa que en el medio plazo el sistema de pensiones se podría hacer insostenible.

El Gobierno ha realizado algunas reformas a este sistema, aunque aún sin grandes avances. Por el contrario, ha centrado su esfuerzo principalmente en modificar el régimen fiscal. Se ha reducido la tasa máxima marginal del 61,5% hasta el 54,3%. También se ha aumentado en dos puntos porcentuales el IVA de la comida hasta el 13%, mientras que el IVA más bajo subió desde un 7% a un 8%.

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