Silencio en el Camp Nou
Hubo algunas pancartas en contra del presidente del Barça, Joan Laporta, pero pocas. La mayoría prefirió el silencio, como si se diera por satisfecha con la dimisión del directivo Alejandro Echevarría, miembro de la fundación Francisco Franco, para pasar página.
Lo que pareció cernirse sobre el Camp Nou fue la sombra de las lesiones que tantas víctimas se cobró la temporada pasada. Deco, tras medirse con el Depor, denunció el precario estado del césped azulgrana. Esta hipótesis muchos la aceptaron la temporada pasada como causante directa de las lesiones de los futbolistas del Barça Gabri, Motta, Larsson y Edmilson. Pero estaba Eto'o.
Anoche, las palabras de Deco parecieron cobrar razón durante la primera mitad. "Jugar en nuestro campo es una vergüenza, el césped está muy mal. Con un césped bueno nos es más fácil jugar", acusó el portugués. El Barça ayer jugó lento, sin idea, pero estaba Eto'o. No se puede decir que la hierba sea culpable de las lesiones, pero las hubo.
Primero fue Belletti, que a los 20 minutos abandonó el terreno de juego. "Ha sufrido una contusión sobre el lado interno de la rodilla derecha y se le han inflamado los tendones de la zona", notificó Jordi Ardèvol, jefe de los servicios médicos del Barça. Luego, Deco acudió a la banda para que el médico le observara. Volvió al campo, pero desistió segundos después. La grada le ovacionó de tal manera que Deco, cojeando, tuvo que saludar. Pero con la otra mano se tocaba el abductor de la pierna izquierda. Hoy se le realizarán las pruebas para saber si se trata de una simple lesión muscular, elongación, esguince o rotura. Y Ronaldinho acabó por preocupar a la grada. Una dura entrada de Puñal le hizo revolcarse por el suelo. Afortunadamente, se quedó en nada. Entonces apareció Eto'o, que primero marcó de cabeza a la salida de un córner -el primero de la temporada-, y luego al resolver dentro del área chica.
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