El PSPV plantea límites a la presión urbanística que el PP rechaza porque frenan el desarrollo

Los populares aseguraron ayer que las enmiendas presentadas por los socialistas al proyecto de ley urbanística del Consell condenan el desarrollo valenciano, no recogen las recomendaciones de la UE y crearán un cisma entre el partido y sus alcaldes. Los socialistas justificaron sus correcciones -a la LRAU y a la LUV- en la necesidad impostergable de poner límites a la "locura urbanística" que vive la Comunidad Valenciana. Los tres grupos políticos han presentado más de 800 enmiendas al proyecto, "el más enmendado de la historia", a juicio del PSPV.

Las 268 enmiendas del PP desautorizan a Blasco, según los socialistas

Populares y socialistas valoraron ayer casi simultáneamente las enmiendas que unos y otros han presentado al proyecto de ley urbanística valenciana, llamada a sustituir a la polémica LRAU de 1994. El vicesecretario regional del PP, Ricardo Costa, defendió que la alternativa presentada por el PSPV-PSOE a la Ley Urbanística Valenciana (LUV) es "una mala copia de la LRAU", ahora en vigor, e insistió en que con estas propuestas, el PSPV provocará un cisma entre el partido y sus alcaldes. El dirigente lamentó que las enmiendas del principal grupo de la oposición no recojan ni una sola de las recomendaciones que la UE ha hecho a la LRAU. Costa insistió en que los límites y cupos expresados por los socialistas condenarían a los municipios pequeños a un crecimiento prácticamente nulo. El popular Rafael Maluenda expresó además sus dudas acerca de que el texto alternativo elaborado por los socialistas para enmendar la LRAU, en vigor, y no la LUV -el proyecto a trámite- sea reglamentario.

Los socialistas, que lamentaron que el PP dedicara en su comparecencia pública más tiempo a criticar las propuestas socialistas que a explicar las suyas propias, destacaron que nunca en la historia del parlamentarismo valenciano un grupo, en este caso el Popular, había enmendado "tanto" una ley de gobierno, destacó el diputado Adolf Sanmartín, que entendió las 268 modificaciones presentadas por el PP como "una desautorización" al consejero Rafael Blasco, autor del proyecto. Según Sanmartín, "con tanta enmienda estamos ante un segundo proyecto de ley, que nosotros no hemos podido enmendar". Por ello, pidió, de nuevo, la retirada de la LUV.

El secretario de Territorio y Vivienda del PSPV, Eugenio Burriel, presentó el texto alternativo a la LUV, "con el que pretendemos frenar el desastre urbanístico al que nos ha conducido el PP", e insistió en que la única manera de reconducir esta etapa de gran presión urbanística sobre el territorio es mejorar los instrumentos de control y planificación del territorio. Burriel defendió otro modelo de territorio, en el que se ponga límites a la urbanización y no se apueste en exclusiva por la construcción.

Burriel negó que el modelo socialista condene a los valencianos al subdesarrollo e insistió en que limitar, como dice las enmiendas socialistas, la construcción de viviendas a un máximo de 80.000 anuales "es un límite más que razonable. Este partido no está proponiendo ningún parón". El secretario socialista criticó al consejero Blasco por trasladar su responsabilidad sobre la ordenación del territorio a los 540 ayuntamientos valencianos.

Acerca de un pacto con el Consell sobre urbanismo, Burriel dejó claro que para ello hace falta que a uno le guste el contenido y que se fíe del oferente. Y para referirse a Blasco empleó esa célebre pregunta de "¿Le compraría usted un coche usado a este señor".