Los municipios contarán con la ley 'antibotellón' en el plazo de un año

El Consejo de Gobierno de la Junta dio ayer luz verde a la tramitación de la llamada ley antibotellón, un "arma jurídica" con las que los ayuntamientos podrán hacer frente a este fenómeno a partir del otoño próximo. La consejera de Gobernación, Evangelina Naranjo, destacó la "unanimidad" en torno al texto de municipios y ciudadanos, y dijo que aunque la Junta es consciente de que "no es una solución absolutamente definitiva", atiende la demanda de los ayuntamientos para regular el botellón.

La titular de Gobernación explicó que antes de abordar la nueva normativa su departamento hizo un estudio del fenómeno del botellón para saber quiénes participan, sus edades, los hábitos de comportamiento, el transporte que se utiliza, dónde se realiza y la opinión de la sociedad. Y avanzó algunos datos, como que el 51% de los andaluces encuestados piensan que debe permitirse este tipo de concentraciones si no molesta a los vecinos, y un 30% se muestra contrario a que se celebren en cualquier circunstancia.

También se refirió al consumo de alcohol entre los jóvenes, que ha bajado moderadamente, aunque ha aumentado la edad de iniciación, al pasar de una media de 17 años en 2003 a un 16,8 en 2005. Quienes participan en el botellón son jóvenes de entre 17 y 24 años y un 90% se desplaza después a bares, pubs y discotecas a seguir la diversión hasta entrada la mañana.

Evangelina Naranjo dijo que el Gobierno andaluz es consciente de abordar el problema del botellón -al que llamó en un par de ocasiones "relaciones personales que se dan en la vía pública"- es difícil y que la ley no es "la solución absolutamente definitiva, pero hemos cumplido con la petición de los alcaldes de contar con los instrumentos necesarios" para poder combatirlo.

La consejera destacó que el texto ha sido aprobado por "unanimidad" por la mesa de concertación local, ya que significa que hay consenso entre el Gobierno de la Junta y los sectores demandantes de la ley (municipios, empresarios, organizaciones vecinales y empresariales).

Ahora la norma se someterá al trámite de audiencia y, si los grupos parlamentarios están de acuerdo, podría usarse la vía de urgencia, por lo que en plazo de un año estaría en vigor.

Naranjo destacó que el borrador de la ley, que se llama en realidad Potestades Administrativas en Materia de Actividades de Ocio en Espacio Abiertos, es un "arma jurídica" para que los municipios puedan regular el botellón y dejó claro que "toda la responsabilidad es del ayuntamiento" porque la Ley de Bases de Régimen Local le atribuye las competencias en la materia.

En el anteproyecto se prohíbe que consuman bebidas o alimentos en zonas del término municipal distintas a las que haya fijado el ayuntamiento, así como en aquellos espacios al aire libre contiguos a establecimientos de ocio y comerciales.

También se recoge la prohibición del aprovisionamiento de bebidas para su consumo en espacios abiertos mediante encargos por vía telefónica o mensajería. Los comercios no podrán entregar bebidas alcohólicas fuera del horario establecido y los establecimientos de hostelería y esparcimiento tampoco podrán dispensar bebidas alcohólicas para su consumo fuera del local o de las zonas anexas autorizadas. La ley también prohibirá orinar o defecar y el abandono de residuos de envases en la vía pública.

Los ayuntamientos podrán aplicar sanciones entre 600 euros (leves) y 600.000 euros (muy graves). Además, los alcaldes podrán también decretar la suspensión de las licencias de apertura e incluso la clausura de los establecimientos infractores por periodos de dos a cinco años, así como su inhabilitación desde uno a tres años.

Del ámbito de la futura ley se excluye la permanencia de personas durante el horario reglamentario en espacios urbanos abiertos destinados a terrazas y veladores, así como las concentraciones derivadas de fiestas, ferias, verbenas, manifestaciones religiosas y otras celebraciones festivas de carácter tradicional.