Aprender a enseñar flamenco
Unos 200 profesores malagueños se forman en un curso para introducir este arte en las aulas
Francisco Reyes, profesor de Informática del instituto Mare Nostrum de Málaga ha sucumbido al fin a las presiones de dos de sus compañeros de trabajo, los profesores Isaías García Granados y Rogelio Zúñiga. Ambos han conseguido transmitirle a Francisco su pasión por el flamenco hasta tal punto que éste se ha animado a acompañarles como alumno en el primer Curso Intercomarcal de Didáctica del Flamenco que, organizado por los cinco Centros de Enseñanza del Profesorado de Málaga con la colaboración de la Diputación de Málaga, tiene el objetivo de dar a conocer el flamenco entre los docentes y enseñarles la metodología y herramientas didácticas precisas para que puedan introducir este arte en sus clases.
El pasado viernes por la tarde, Francisco y sus dos colegas docentes de Secundaria asistieron a la primera clase del curso. Ésta se celebró en la peña La Malagueña de la capital, donde se dieron cita unos 25 profesores de todos los niveles educativos que se han apuntado a esta experiencia. Durante más de tres horas, los alumnos del curso siguieron con atención las explicaciones que el profesor y flamencólogo Paco Vargas dio sobre las distintas etapas del flamenco y los métodos para distinguir los palos del flamenco. "Se mostraron muy interesados en la clase, que se completó con la actuación en vivo del joven cantaor malagueño Israel Fernández", relata Vargas, uno de los directores de este curso y que cuenta en su haber con una extensa labor pedagógica en torno al mundo del flamenco y que en la actualidad, entre otros cargos, ocupa la vicepresidencia de la confederación andaluza de peñas flamencas. "Tratamos de paliar la falta de atención que el sistema educativo, en todos sus niveles, le presta a la enseñanza del flamenco. Para el profesorado sólo se había organizado algún que otro curso dentro de la formación permanente, pero de forma deslavazada e inconexa. Esta es la primera vez que se ofrece a los docentes un curso de diseño, único e interprovincial del que van a salir teniendo una sólida base teórica sobre el mundo del flamenco y con las técnicas didácticas precisas para enseñar a sus alumnos lo que han aprendido", indica Miguel López Castro, codirector del curso.
Esta confianza en la efectividad del curso que muestra López Castro es fruto de su propia experiencia con sus alumnos, a quienes ha contagiado el gusto por el flamenco durante los últimos 20 años. "En mi día a día como profesor de Lengua y Literatura he intentado introducir el flamenco en el aula mediante técnicas didácticas. Por ejemplo, cuando estudiamos las estructuras métricas en la poesía, introduzco las cuartetas y quintetas flamencas; si toca hablar de la historia andaluza, el flamenco me sirve para que conozcan gran parte de nuestra cultura e incluso en las áreas trasversales, como la educación en valores, he ideado fichas, cuentos o juegos mediante las que les introduzco en el mundo del flamenco. Una de las últimas ha sido abordar el asunto de los malos tratos a través de las letras de las rondeñas y las soleás", cuenta el codirector del curso.
El gran olvidado de la enseñanza
Miguel López Castro sostiene que el flamenco es el gran olvidado del sistema educativo, pues apenas si goza de atención en algún que otro curso que se imparten en los conservatorios y en algunas universidades andaluzas. En las universidades se está comenzando a introducir el estudio del flamenco de manera interdisciplinar con otras materias, y con sentido didáctico. "Es una lástima que en carreras como Magisterio o Pedagogía no se imparta ninguna asignatura relacionada con el flamenco para que los futuros docentes se encarguen de velar por la transmisión de los valores de este arte", indica López Castro, que señala la existencia tan sólo de algunas asignaturas universitarias de libre configuración o de extensión universitaria que se acercan al mundo del flamenco y de algún que otro curso de doctorado, como el que desde hace poco organiza la Universidad de Sevilla.
"En la etapa universitaria, como en la obligatoria, que se enseñe flamenco tiene más que ver con la voluntad de las personas que quieren hacerlo que con las facilidades que presta el sistema educativo", asegura López Castro.
Y es que, en Andalucía, el panorama que ofrece la enseñanza del flamenco es aún bastante pobre. La Universidad de Córdoba es la única que desde hace ocho años ofrece una Cátedra de Flamencología que, en palabras de su rector, Eugenio Domínguez, "constituye un instrumento que permite a los universitarios conocer y amar este género, no sólo por su faceta artística o estética, formalista y técnica, sino por sus motivaciones y circunstancias, trascendencia, implicaciones sociales, políticas y culturales". También la Universidad de Almería ha apostado por la difusión del flamenco mediante la Cátedra José Fernández Tomatito. Por su parte, las universidades de Cádiz y la Pablo de Olavide de Sevilla ofrecen sendos cursos de aproximación e iniciación al flamenco, y la Universidad Internacional de Andalucía incluye en su programación anual dos cursos sobre flamenco.
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