El alcalde de Manilva anuncia su dimisión tras ingresar en la cárcel por corrupción urbanística

El alcalde de Manilva (Málaga), Pedro Tirado, anunció ayer que el próximo lunes dimitirá de todos los cargos que ostenta en el Ayuntamiento y de la presidencia del Partido Democrático de Manilva (PDEM), tras su ingreso en prisión junto a su cuñado Francisco Calle la noche del viernes. Tirado está acusado de presuntos delitos de prevaricación, cohecho y tráfico de influencias a raíz de la operación Ballena Blanca. El Ayuntamiento intenta ahora reconducir el diezmado equipo de gobierno, y el resto de fuerzas políticas dispone de 20 días para sellar alianzas que proporcionen un acuerdo en mayoría.

El alcalde Pedro Tirado, en cuyo domicilio la policía intervino 770.000 euros en bolsas de plástico, afirmó que con su dimisión pretende "desvincular totalmente el nombre de Manilva del proceso judicial personal en que me he visto envuelto". Tirado compartió ayer celda junto a su cuñado Francisco Calle en el módulo de ingresos de la prisión provincial de Málaga, a la espera de ser trasladado previsiblemente el lunes al módulo de presos preventivos.

El Ayuntamiento convocará el pleno para la elección del nuevo alcalde en un plazo máximo de veinte días. Mientras tanto, los teléfonos de políticos y periodistas echan humo en Manilva ante las múltiples coaliciones posibles para gobernar en mayoría. Tras la renuncia del concejal del PSOE, Salvador Zotano, y el edil no adscrito Carlos Gómez, la oposición quedó formada por ocho concejales, entre los que figuran cuatro de IU, dos de la Agrupación Socialista de Manilva (ASM) y los dos que abandonaron el equipo de gobierno. De momento los rencores entre unos políticos que han saltado de un partido a otro con extrema facilidad mandan, y parece que un acuerdo para formar gobierno en mayoría es aún trabajo de chinos.

El grupo de Tirado, PDEM, anunció que hará valer su "respaldo mayoritario" en las urnas, ofreció una coalición al PSOE rechazada por éste, y añadió que no renuncia a mantener la alcaldía, para la que presentará como candidato a Francisco Miguel Álvarez, actual alcalde en funciones. Álvarez, en su día concejal del PP, quiso transmitir un mensaje de "absoluta tranquilidad", y anunció que los servicios urbanísticos municipales analizarán "escrupulosamente todos y cada uno de los expedientes urbanísticos de los últimos años".

Por su parte, la concejal de IU Antonia Muñoz, que tuvo las competencias de Urbanismo en el Ayuntamiento hasta ser expulsada en marzo pasado, denunció que fue apartada del equipo de gobierno en marzo "para silenciar ciertas cosas", sin especificar cuáles. Muñoz pidió al resto de fuerzas políticas un "gesto de responsabilidad para sacar adelante el municipio", y ofreció una coalición de izquierdas como alternativa de gobierno. "Se trata de que Manilva coja el rumbo para que haya tranquilidad y estabilidad, porque la ciudad está parada y hay un tremendo vacío de poder", añadió.

El pacto no es nada sencillo. El único concejal socialista, Salvador Zotano, consideró "complicado" alcanzar un acuerdo, y recordó que Muñoz "ha sido la edil de Urbanismo la mayor parte de la legislatura". No fueron ataques velados los que dirigió contra Muñoz: "IU es una fuerza hermana, pero tiene como máxima representante a la concejal de Urbanismo y los problemas actuales vienen de esa materia", subrayó.

Exigencias

Entretanto, el secretario provincial de Política Municipal del PSOE, Luis Reina, rechazó un posible acuerdo con el PDEM y abogó por pasar página ante viejos rencores. "Hay que olvidar las enemistades personales y respetar las directrices marcadas a nivel provincial", señaló. Reina se mostró confiado en que la agrupación local acepte las directrices marcadas a nivel provincial. Posteriormente, Zotano quiso matizar su postura tras los contactos entre las direcciones de ambos partidos: "Lo mismo los árboles me impiden ver el bosque, pero me parecería muy extraño", dijo.

Pero la suma de concejales de PSOE e IU sería insuficiente, y la llave de una gran coalición reside en la Agrupación Socialista de Manilva (ASM), de la que forma parte el ex alcalde Emilio López, expulsado en su día del PSOE por participar en una moción de censura con el Grupo Independiente Liberal (GIL). López planteó exigencias previas: "Nos tendremos que asegurar de que el nuevo equipo de gobierno tendrá muy clara la regeneración política y que no incluirá a nadie con las manos manchadas y los bolsillos llenos", explicó. López añadió que "deberían dimitir todos los que formaban el equipo de gobierno hasta el momento de la detención, por salud política y de imagen".