El 70% de los colegios obtuvo entre 5 y 7 puntos en el examen sorpresa de primaria
La comunidad educativa reprocha al consejero Peral la publicación de las listas de calificación
El 70% de los colegios de la región (tanto públicos como concertados y privados) sacaron una nota media de entre 5 y 7 puntos en la prueba sorpresa que la Consejería de Educación realizó a los más de 56.000 alumnos de sexto de primaria (11-12 años) de la región el pasado mayo. De los 1.153 centros de la Comunidad, 220 (un 19% del total) quedaron por debajo del 5 de nota media. Dos de éstos no llegaron al 2 y otros siete no subieron del 3 de media.
En el otro extremo, seis colegios pasaron del 8, mientras que 111 obtuvieron una nota superior al 7. Éstos son los datos que aparecen en la lista que Educación facilitó el pasado lunes con las notas medias de los 1.153 centros educativos de la Comunidad que pasaron el examen de mayo. La prueba la anunció un mes antes la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y contó, desde un principio, con la oposición de gran parte del colectivo educativo.
Profesionales de la educación reprochan al Gobierno que haga una clasificación de las escuelas
La ley permite las evaluaciones, pero teniendo en cuenta otros factores de tipo socioeconómico
Sólo seis centros de los 1.153 públicos, privados y concertados superaron el 8 de nota media
Numerosos colegios de la región, tanto públicos como privados, han mostrado su enfado y disconformidad por dos aspectos:por un lado, por la mera publicación de una lista que Educación había prometido que nunca sería pública y por otro, varios colegios denunciaron errores bien en la lista publicada, bien durante la realización del examen, por lo que a estos centros no les correspondería la nota que figura en la lista. Los errores, según los directores, hablan de alumnos que llegaron tarde al examen y se les ha contabilizado como si hubieran obtenido un 0 o chicos a los que se puso la nota inversa respecto a la que merecían: algunos que sacaron el dictado con cero fallos se les ha traducido en un 0 de nota. En otro centro bilingüe privado, el director aseguró que por carta le habían dado un resultado por encima del 7 y en la lista apareció con menos de un 5. Desde la consejería aseguran que no han recibido quejas.
La práctica totalidad de la comunidad educativa reprocha al consejero, Luis Peral, que haya elaborado una clasificación de colegios en función sólo de un examen, sin tener en cuenta otros aspectos como el entorno social del centro o de dónde provienen los alumnos de cada colegio.
Peral se defendió en su momento esgrimiendo la ley como argumento. El consejero adujo en mayo que tanto la LOE (el proyecto de ley del actual Gobierno que se está tramitando en el Parlamento) como la LOCE (el proyecto del anterior Ejecutivo, del PP, aún vigente en alguno de sus aspectos) permiten "hacer evaluaciones de diagnóstico (...) para obtener datos representativos de los alumnos y centros de las comunidades autónomas". Sin embargo, según Álvaro Marchesi, catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación, la legislación recoge que "las administraciones harán públicos los criterios y procedimientos que se usen para la evaluación (...) se deberá tener en cuenta el entorno social y económico y los recursos de que se dispone". Marchesi afirma que "no se debe mezclar a todos los centros como si fueran iguales y menos hacerlo público".El consejero Peral anunció que los colegios con peores calificaciones en esta prueba serán incluidos en el programa de centros escolares prioritarios -destinado actualmente a dar apoyo a 68 centros de la región-. El consejero se refirió al colegio San Bartolomé, de Fresnedillas de la Oliva, que quedó clasificado en último lugar de la lista, y anunció que la consejería va a buscar una nueva parcela para ampliar este centro -planificado para 50 alumnos, pero que hoy tiene 130- y dotarlo de aulas de educación especial.
Muchos directores de colegios consultados se expresaron en la misma línea que Marchesi. El malestar por la publicación de la lista con los resultados de la prueba era notable, además de que algunos reclamaron sobre el método de evaluación e incluso afirmaron que la consejería ha corregido algunas notas, aunque no las ha cambiado en la lista.
Entre algunos de los colegios privados con más fama de Madrid hay cierto escepticismo en torno a la prueba. Arsenio Inclán, director del Liceo Europeo -uno de los centros más exclusivos de Madrid, que ha sacado un 6,44 de nota media- justificó ayer la baja calificación del centro porque lo que se ha evaluado "no son los conocimientos reales de los niños, sino lo que saben del programa oficial". "Y nosotros vamos un par de años por delante del programa; por eso los alumnos no tenían tan frescas las lecciones", afirma Inclán. En esta misma línea se expresaron otros directores de colegios privados de renombre con calificaciones no acordes con su fama.
En otros centros, con notas medias más bajas, los lamentos venían por otro lado. Un director de un colegio con menos de un 3 de calificación media explicó: "La realidad de los colegios es muy distinta, por lo que no se puede valorar de forma objetiva con una prueba de este tipo. Mi colegio está en un barrio marginal, con problemas socioeconómicos. El 45% de los alumnos es de etnia gitana y un 25% son inmigrantes. Además, hay un alto porcentaje de hijos de familias desestructuradas que vienen incluso sin desayunar al centro", explicó.
La realidad rural
Los colegios rurales, con calificaciones bajas en muchos casos, se sumaron a estas críticas. Un profesor explicó ayer que "el examen no tuvo en cuenta la realidad de los pueblos", donde varios centros forman un único colegio, pero en la lista figuran por separado.
También otros profesionales implicados en la realización de la prueba se mostraron disconformes con el método usado por la consejería. Una aplicadora (psicólogos u orientadores encargados de realizar el examen junto a los tutores) que prefiere mantener el anonimato explicó: "Se nos impuso a los psicopedagogos tener que pasar la prueba. Yo nunca había hecho un dictado, no soy maestra, soy psicóloga. Lo tuve que hacer en un gimnasio con muy mala acústica y tuve que repetir más veces de las que me exigían las instrucciones. Tranquilizábamos a los chavales, pero no nos dedicamos a hacer exámenes; somos psicólogos y pedagagogos. Es muy incorrecto hacer algo así porque supone comparar los centros a palo seco, sin matices".
También un inspector de la Consejería de Educación criticó que la prueba se realizase "de espaldas" a este colectivo, informa Patricia Martín. Denunció que en ningún momento se haya hecho una ficha con las condiciones técnicas en las que se realizaron las pruebas, como cuántos alumnos no fueron a clase, o si "eran los que peores notas sacaban y se quedaron en casa para no perjudicar la media".
Los sindicatos anunciaron posibles medidas de boicoteo a la realización de las pruebas del presente curso académico, si no se cambian los criterios. "Vamos a estudiar esta semana si pedimos a los maestros que firmen contra el examen o si solicitamos una resolución de los claustros o los consejos escolares de los centros contra la prueba", dijo Francisco García, portavoz de Educación de CC OO. José Mata, su homólogo en UGT, añadió que la clasificación de la consejería, "que no iba a ser pública", ya se está utilizando en algunos centros privados como reclamo para obtener alumnos".
Emilio Díez, portavoz de la sección madrileña de la Fere (Federación Española de Religiosos de la Enseñanza), que agrupa a 314 centros de la región, afirmó que apoya la realización de la prueba, pero que "no ha gustado nada" la publicación de la lista.
"La prueba de cálculo ha sido desalentadora"
La prueba de sexto de primaria la prepararon tres grupos de técnicos de la Dirección General de Ordenación Académica, que 20 días antes hicieron en varios centros una prueba piloto. "Habíamos detectado muchos problemas ortográficos, se dudaba de la comprensión lectora de los escolares al llegar a secundaria y de las capacidades de cálculo, pues los niños siempre usan calculadora", explicó uno de los técnicos. Incluía un dictado de
Relato de un náufrago,
de Gabriel García Marquez (una falta restaba un punto), una lectura de la vida de Julio Verne y preguntas de cultura general, como en qué continente están Ecuador o Marruecos. Aunque no están en los currículos, se consideró que servía para medir el nivel. Los peores resultados se obtuvieron en la prueba de cálculo, en la que la media de los estudiantes apenas obtuvo un 5 de nota. "Planteamos una prueba de mínimos... y muchos chicos ni siquiera llegan. El resultado ha sido desalentador", dice.
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