Los dos aspirantes a presidir Polonia luchan por el voto de izquierdas

La derecha consiguió el domingo una gran victoria en Polonia, pero serán los electores de izquierdas y los agrarios reacios al libre mercado quienes decidan el nombre del presidente. Con los resultados al 100%, el liberal Donald Tusk supera por sólo tres puntos al conservador Lech Kaczynski. El imprevisible Andrzej Lepper, caudillo del agrario-populista Autodefensa, se ha convertido en el inesperado árbitro de la segunda vuelta del día 23.

Los resultados definitivos conceden a Tusk, líder de la Plataforma Cívica (PO, en sus siglas polacas), el 36,3% de los votos, y a Kaczynski, de Ley y Justicia (PiS), el 33,1%. A gran distancia se sitúan Lepper, con el 15,1%, y el socialdemócrata Marek Borowski, con el 10,3%.

Los dos políticos que aspiran a suceder a Aleksander Kwasniewski proceden de Solidaridad, pero tienen perfiles muy distintos. El tranquilo y neoliberal Tusk, de 48 años, ha logrado el respaldo de los jóvenes y de las ciudades, mientras que su rival, nacionalista y defensor del capitalismo social-cristiano, tiene más apoyos entre los mayores y en el campo. Kaczynski, de 56 años, es alcalde de Varsovia, donde Tusk se ha impuesto con rotundidad: 48% a 32%.

Con un resultado tan ajustado, los dos primeros espadas de la derecha polaca se disponen ahora a cortejar a los electores de izquierdas y a los antiliberales. Lo que añade aún más confusión es que los socialdemócratas de Kwasniewski y Borowski han lanzado señales de que van a respaldar al neoliberal Tusk. El motivo tiene poco que ver con la economía: Kaczynski se propone refundar la república sobre la base de reabrir el debate sobre la transición y ajustar cuentas con el pasado comunista.

Como inesperado árbitro ha quedado, sin embargo, el antiliberal Lepper, cuyo 15% ha superado las previsiones y da esperanzas a Kaczynski. En Varsovia, Autodefensa apenas tiene peso -logró el 2,8%-, pero Lepper se paseaba ayer exultante en su sede central de la calle de Jerozolimskie. "Por ahora los dos candidatos optan por un modelo liberal; si quieren mi apoyo deberán rectificar", explica este "hombre de carácter" -lema de su campaña- de ojos azules, que dirige una finca ganadera de 300 hectáreas en Zielnowo, al norte del país.

Lepper no llega a exigir que Polonia abandone la UE, pero sí "renegociar las condiciones de adhesión" porque, asegura, "ha perjudicado al 90% de los agricultores". Y se opone "rotundamente" a que su país adopte el euro.

Aunque se considera "un socialista" y en ocasiones se ha rodeado del antiglobalizador francés José Bové, la última edición de la revista de su partido le retrata con más precisión. El invitado estrella es el párroco Henryk Jankowski, de cuyo pensamiento se subraya que "ateos, libertinos, masones, liberales y poscomunistas tienen dominada Europa y Polonia". En otro artículo, con fotomontaje, se equipara a Lepper con el mariscal Pilsudski, el héroe de la independencia, y con el líder campesino de entreguerras Wincenty Witos, tres veces primer ministro y derrocado en 1926 precisamente por Pilsudski.