"Romper récords no es mi meta"

John McEnroe, tenista brillante, agresivo y arisco, el señor de los gritos y las raquetas rotas, debe estar con la mosca detrás de la oreja. Su récord de 82 victorias y tres derrotas, conseguido en 1983, ya no parece insuperable. Hay un tenista, su antítesis, un jugador educado, elegante en el trato con sus compañeros, atento en su relación con la prensa, que puede batirlo y, lo que es peor, no le interesa. "Romper récords no era mi objetivo cuando empecé a jugar al tenis. Quizá pueda superar el de McEnroe, pero mi objetivo es mantener el número 1", dijo ayer el suizo Roger Federer, 77 victorias y 3 derrotas este año, durante la conferencia de prensa telefónica que precedió a su llegada a Madrid, donde disputará el torneo Masters Series de la capital a partir del lunes.

Federer, insuperable sobre hierba, la elegancia transformada en juego de saque y volea, tiene que jugar 20 partidos más este año y, por ahora, sólo ha perdido tres. Por eso se acuerda de Rafael Nadal, segundo mejor jugador del mundo, por detrás del propio Federer, su verdugo en las semifinales de Roland Garros. "A mí me pasó lo mismo que a él", recordó el suizo en un inglés de marcado acento americano. "En 2003 acabé segundo del mundo. Había ganado siete torneos y había jugado un gran tenis. Pensé: 'Y aún así no soy número 1'. Luego, al año siguiente, lo conseguí. Nadal es un jugador consistente y estará arriba durante mucho tiempo".

Federer respeta a Nadal. El español domina allí donde el suizo se siente más debil. "Sé que puedo ganar a cualquiera en cualquier lado, pero me gustaría jugar más en tierra para ser más consistente", admitió. Además, nadie le ha hecho sufrir tanto esta campaña como Nadal, que le obligó a apretar los dientes durante más de dos horas para ganar un partido sobre pista rápida, la final del torneo de Miami. Y Federer, un competidor nato, está deseando volver a enfrentarse al tenista de Manacor. "Me encantaría jugar contra él en Madrid. Sería como jugar contra Agassi en Estados Unidos o contra Hewitt en Australia", explicó.

Federer lo tiene claro. No le preocupa entrar en la historia del tenis. No le gustan las comparaciones, ni hablar de quién es el mejor tenista de todos los tiempos. Federer, sin embargo, ya ha ganado 33 títulos a sus 24 años. Vence sobre hierba, arcilla y goma. Puede llegar a ganar 97 partidos este año. Y BigMac, el tenista con peor humor de la historia, ya se está mordiendo las uñas.