Los hoteleros se vuelcan en la Via Laietana

Fue calle de bancos y consignatarios de buques, luego de juzgados, monopolios y patronales, y ahora de hoteles y turistas. La Via Laietana se encamina hacia el centenario del inicio de las obras de apertura con una vena hotelera creciente. En el número 3 se prepara la conversión en hotel de la emblemática sede del Banco Hispano Colonial. En el número 30 se ultima la reforma de la casa Cambó para convertirla también en hotel en un plazo de dos semanas, y en el 49 se proyecta otro hotel a cargo del grupo Aqua.

Cuentan las crónicas que fue el 10 de marzo de 1908 cuando el rey Alfonso XIII, el presidente del Gobierno y longevo político Antonio Maura, y el alcalde de Barcelona, Domènec Sanllehy, asistieron al primer golpe de pico en las obras de apertura de la calle. La obra fue faraónica y las expropiaciones, lentas. La nueva vía perseguía unir el puerto y el centro del Eixample. Hubo que derribar 270 casas en cinco años, explica Xavier Peiró en el libro La construcción de la gran Barcelona, la apertura de la Via Laietana, editado por el Museo de Historia de la Ciudad.

De que las obras fueron largas da fe que el primer golpe de pico se dio en la calle Ample en 1908 y la construcción de la calle tardó en completarse más de una década. La primera casa, en el número 3, se levantó en 1913 y fue la sede del Banco Hispano Colonial, y 40 años después aún se levantaban casas en los solares que había formado la nueva avenida.

El Ayuntamiento contrató las obras con el que entonces era el banco por excelencia de Barcelona: el Hispano Colonial, fundado por los próceres Manuel Arnús, creador de la banca de igual nombre, y Antonio López, un empresario enriquecido en Cuba que lo presidió, según narra el historiador Francesc Cabana en su libro Bancs i banquers de Catalunya. La entidad actuó de banco industrial puro y contrató las obras a la constructora FOCSA, otra histórica empresa barcelonesa. Ahora el arquitecto Federico Correa tiene el encargo del grupo Espahotel para reformar la antigua sede del banco, ocupada por oficinas y viviendas, para construir un hotel de 4 estrellas y 80 habitaciones.

En la década de 1930 se instaló en la calle la patronal Fomento. Más tarde lo hizo el Banco de España, en la plaza de Antonio Maura, donde ahora está la sede de Caixa Catalunya, y finalmente el sindicato vertical franquista en el edificio ahora ocupado por CC OO.

Ahora los empresarios hoteleros se animan a invertir allí en hoteles. Se sienten atraídos por los planes del Ayuntamiento de reducir el tráfico de coches por la calle suprimiendo un carril y ampliando la anchura de las aceras.

El primero en abrir, antes de acabar el mes, será el hotel Centre, que estará en el número 30, que alberga desde 1930 la casa Cambó, un edificio proyectado por Adolf Florensa para el político y empresario Francesc Cambó. Tras un año y medio de obras, los herederos de Cambó abrirán allí un hotel en la casa de ocho plantas de la familia.Su nieto Pau Guardans Cambó dice: "Buscamos un turismo cultural de personas que quieren llegar al corazón de Barcelona, cerca de la catedral y del Barri Gòtic, de la Ribera".

Más arriba, en el número 2 de la calle de Jonqueres con fachada a Laietana, el grupo Núñez y Navarro tiene en proyecto construir otro hotel en un edificio situado junto a la sede central de La Caixa, y antes propiedad de la entidad de ahorro. Josep Maria Núñez, responsable de la división hotelera del grupo, afirma que la conversión de la casa en hotel es una apuesta por la conservación de un edificio que se levantó en 1917. Casi enfrente, en el número 49, el grupo Aqua Hotel ha adquirido el edificio que albergaba antes dependencias del Cuerpo Nacional de Policía para edificar otro hotel.

¿Demasiados hoteles en una calle que ha pasado casi de la nada a la exuberancia hotelera? "El tiempo lo dirá", contesta un empresario, que se apresura a subrayar que en Barcelona están triunfando todos los hoteles que se han abierto.