El jurado califica el 'crimen de los Bermejales' de homicidio imprudente

El jurado del crimen del bar de Los Bermejales (Sevilla), cuyo propietario mató de un tiro a F. I. S., de 32 años, quien le reclamó una deuda de drogas de su hija de 17 años, ha calificado los hechos de "homicidio imprudente", informaron fuentes próximas al caso. Tras el veredicto del jurado, integrado por seis hombres y tres mujeres, J.P.B.G. se enfrenará a una pena que oscilará entre los 6 meses y un año de prisión. El fiscal pedía para el acusado tres años y medio de prisión, la acusación particular, que representaba al fallecido, 18 años y la defensa de J.P.B.G., la libre absolución.

El procesado dijo que se había enterado un mes antes del suceso de que su hija consumía cocaína y la había metido en el Proyecto Hombre de rehabilitación, pero hasta la noche anterior al homicidio no se enteró de que su "camello" era un joven identificado como I.A.M.

La noche del 5 de julio, este traficante llamó seis o siete veces al teléfono de su casa profiriendo frases amenazadoras tales como "voy a matar a la perra de tu hija" y, al día siguiente, supo que tres jóvenes habían aporreado de noche los cierres de su bar, por lo que decidió no abrir el establecimiento "del miedo que tenía".

El novio de la joven pagó la deuda, pero pese a ello, en la noche del 6 de julio, según su declaración, tres jóvenes se presentaron en su bar portando navajas y una barra de hierro. El camello le hizo un gesto de que iba a cortarle el cuello y un hermano del procesado, que fue el primero que intentó detenerles, recibió de los tres asaltantes "puñetazos y patadas hasta que lo tiraron al suelo", donde quedó ensangrentado, según el acusado.

Fue entonces cuando J.P.B.G., disparó "para salvaguardar la vida" de su familia. Durante la vista recordó que, tres meses después de estos hechos, su hermano murió abatido por desconocidos en el portal de su casa, cuando regresaba de trabajar. Explicó que, desde el suceso, su familia ha tenido protección policial permanente, incluso su hijo de corta edad para ir al colegio.

En mayo pasado, la Audiencia de Sevilla impuso siete años de cárcel al camello implicado en este caso, I.A.M., a quien consideró culpable de delitos de tráfico de drogas, amenazas y lesiones.