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MICHAEL DEPPLER | Director del Departamento Europeo del FMI

"Uno se pregunta si España escapará al frenazo económico"

Michael Deppler es un veterano con 30 años de servicio en el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde desde 1997 dirige el Departamento Europeo. Visita Bruselas porque el director general del Fondo, Rodrigo Rato, quiere que los jefes de departamento sigan sobre el terreno los acontecimientos. En una entrevista con tres corresponsales europeos, Deppler reconoce que la economía de la eurozona se comporta de modo decepcionante. Pero dice no ser pesimista porque Europa ha hecho reformas que pronto darán fruto. Tiene dudas, en cambio, sobre si la economía española podrá mantener a medio plazo su actual vigor.

Pregunta. El FMI acaba de rebajar en cuatro décimas las ya de por sí bajas cifras sobre la economía de la zona euro.

Respuesta. La situación es decepcionante. Un crecimiento del 1,25% no gusta a nadie. Pero no soy tan pesimista como algunos europeos. Nuestra previsión para el año que viene es del 1,8%, con un potencial de crecimiento del 2% al que se irá acercando gradualmente.

P. ¿Cuáles son las razones del optimismo?

R. El sector privado se ha ido adaptando tras el golpe de 2000 y de 2001. La inversión está creciendo ligeramente y también el crédito Pero, sobre todo, se han hecho reformas en el mercado de trabajo que funcionan: moderación salarial y mayor flexibilidad. En la eurozona, el mercado del trabajo ha crecido lo mismo que en Estados Unidos, del orden de 12 millones de nuevos empleos, aunque no haya aumentado lo mismo el crecimiento económico.

P. ¿Eso supone que la productividad europea es menor en un mundo cada vez más competitivo?

R. No, no. Las reformas han rebajado el coste del trabajo más que el de capital, lo que ha llevado a un mayor uso del empleo y menor de capital. En el actual periodo de reajuste eso se traduce en menor productividad. Pero cuando se complete el proceso, aumentarán inversión y productividad.

P. La economía española es ahora el único caso brillante en una eurozona mortecina. ¿Puede aguantar el ritmo?

R. España va bastante bien desde mediados de los años noventa, probablemente por las reformas emprendidas, pero también porque está en proceso de acercamiento a los demás: la Unión Monetaria le ha sido muy beneficiosa. Pero hay que preocuparse por la competitividad, no sólo en precios sino en términos de calidad y composición de la estructura del país, entre otras dimensiones. Uno se pregunta si España podrá escapar al frenazo económico, aunque no se vaya a producir ahora. Hablo de dentro de dos años o más.

P. ¿Cómo pueden afectar a una economía que se recupera muy lentamente desafíos como el precio del petróleo o la competencia desde Asia?

R. Veo que alude sólo a desafíos externos, pero creo que los principales desafíos son internos, aunque complicados por los externos. En Europa el desempleo estructural ronda el 7%-8%, que es mucho. Y a eso hay que añadir el envejecimiento de la población, que se traduce en menos trabajadores para pagar a más beneficiarios de la Seguridad Social. Para el Fondo, la principal solución es incrementar el empleo y luego hacer que esos empleados sean más productivos. Pero no vemos en estos países estrategias efectivas para conseguirlo.

P. En Francia se ha propuesto alargar la vida laboral, pero en las pasadas elecciones alemanas nadie se atrevió a plantearlo.

R. El problema que tiene Europa es que si quiere mantener el modelo social y el nivel de beneficios sociales debe aumentar la base laboral. Pueden ser medidas impopulares, pero son cosas que hay que hacer. Aumentar el empleo es el principal medio para mantener el modelo.

P. ¿Es adecuada la política de tipos que sigue el Banco Central Europeo, anclado en el 2% para los tipos de interés pese a la languidez de la economía?

R. Creemos que el BCE ha hecho bien en mantener los tipos. Hay una recuperación a la vista y, por lo tanto, no hay razones para la rebaja.

P. ¿Qué efectos puede tener sobre la economía europea el precio del petróleo?

R. Ha restado el 1% de crecimiento de la eurozona en los dos pasados años. Los precios han variado mucho. La Agencia Internacional de la Energía habla ahora de que a largo plazo se consolidará en unos 35 dólares por barril. Los mercados, en cambio, calculan 60 dólares durante mucho tiempo. Puede que el poco efecto que se ha percibido hasta ahora sea porque se ve la subida como una cosa transitoria. A largo plazo, el precio debe caer.

P. Al menos podemos compensar con un euro fuerte.

R. Nosotros pensamos que el actual tipo de cambio del euro-dólar es el adecuado. No debe subir porque empezará a perjudicar las exportaciones y percibimos el peligro de que el euro se aprecie.

P. Las deslocalizaciones, ¿son una oportunidad o un desafío?

R. Países como los anglófonos o los nórdicos han respondido con reformas y crecimiento económico. Si uno no se abre a estas fuerzas se queda atrás.

Michael Deppler.
Michael Deppler.

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