El Nobel premia la descripción y desarrollo de un proceso químico de gran utilidad

Un científico francés y dos estadounidenses son los premiados este año con el Nobel de Química. Su mérito reside en una reacción de química orgánica que ha demostrado ya extensamente su gran utilidad, tanto para la investigación en química orgánica como en las aplicaciones. Fármacos, materiales plásticos, catalizadores para combustibles y productos alimenticios son algunas de las áreas industriales que aprovechan a fondo la metathesis galardonada.

El científico francés Yves Chauvin, de 75 años, logró, a principios de los años setenta, describir en detalle cómo funciona una reacción ya conocida y utilizada por la industria pero que nadie antes había descifrado. Era la metátesis mediada por un catalizador metálico, de enorme aplicación en la química orgánica. Dos décadas después desarrollaron sus contribuciones ayer premiadas los estadounidenses Robert H. Grubb, de 63 años, y Richard R. Schrock, de 60. El primero de ellos logró, en 1990, un compuesto catalizador metálico eficaz para la metátesis, y el segundo, dos años después, desarrolló un catalizador aún mejor, estable y con muchas aplicaciones.

En contraste con la alegría desbordada con que los premiados con el Nobel suelen recibir cada año la noticia del galardón científico más importante del mundo, Chauvin, director científico honorario del Instituto del Petróleo (Francia), se mostró ayer discreto. "Sobre todo estoy azorado... no tengo el auténtico perfil... soy ya mayor. ¡No soy un joven! Yo llevaba una vida tranquila y ahora se acabó. Me alegré más cuando hice el descubrimiento que hoy por el anuncio del premio", informa France Press.

Grubbs, profesor del Instituto de Tecnología de California, se encontraba ayer en Nueva Zelanda dando unas conferencias, y se llevó una gran sorpresa, dijo, aunque reconocía que había muchos rumores en el mundo de la química acerca de este premio. Su colega Schrock, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, se puso tan nervioso cuando le comunicaron la decisión del comité Nobel que no podía hablar, dijo. Estaba en su domicilio en Boston cuando recibió la llamada telefónica de Estocolmo, "me acababa de levantar y estaba tomando un café... naturalmente pensé que no podía ser cierto, pero lo es, y me he puesto tan nervioso que me latía el corazón a 200 pulsaciones por minuto".

Métodos eficaces

"La metátesis se utiliza diariamente en la industria química, sobre todo en el desarrollo de fármacos o de materiales plásticos avanzados", explicó ayer la Fundación Nobel. "Gracias a las contribuciones de los galardonados se han desarrollado métodos de síntesis que son más eficaces (exigen menos pasos en las reacciones y menos recursos, produciendo menos residuos), más fáciles de usar (son estables en el aire a temperatura y presión normales) y más cuidadosos con el medio ambiente (no utilizan disolventes agresivos y generan menos residuos peligrosos)". Por todo ello, estas reacciones químicas, según la Fundación Nobel son "un gran paso adelante en la química verde".

Muchos expertos, en la industria y en los laboratorios de investigación científica, han hecho importantes contribuciones al desarrollo de esta tecnología química y sintetizando complejos compuestos. Las industrias biotecnológica, farmacéutica y alimentaria son áreas privilegiadas de su aplicación, con perspectivas cada vez más amplias, pero también el sector de combustibles y la producción de polímeros con propiedades especiales usan intensamente la metátesis.

Con esta potente herramienta química, los investigadores están creando fármacos que podrían ser útiles para tratar enfermedades muy diversas, desde infecciones bacterianas, hasta la osteoporosis, el cáncer o la artritis.

La palabra metátesis deriva del griego y significa cambiar de puesto. En estas reacciones, con la asistencia imprescindible de catalizadores -sustancias que permiten o aceleran las reacciones químicas- metálicos, se rompen y recombinan los dobles enlaces de átomos de carbono para formar grupos de átomos que cambian de posición. Es como una danza en la que los bailarines cambian de pareja, explica la Fundación Nobel.

Pese a que el mundo industrial conocía esta práctica química, fue Chauvin quien escribió la receta de la reacción, mientras que sus dos colegas estadounidenses, que ahora comparten el Premio Nobel con él, la aplicaron para dar con fórmulas e ingredientes altamente eficaces. Los tres recibirán a partes iguales la dotación total del galardón, 1,3 millones de euros. Los Nobel se entregarán el 10 de diciembre en Estocolmo.