El nuevo plan general de Móstoles elevará la población hasta los 250.000 habitantes

Móstoles (207.000 habitantes) llegará hasta los 250.000 vecinos en la próxima década, según las previsiones del nuevo Plan General de Ordenación Urbana que ha elaborado el gobierno municipal (PP). El pleno del Ayuntamiento mostoleño votó ayer la aprobación inicial de este nuevo urbanismo, que contará con 31.000 viviendas nuevas (el 51% de protección oficial, según los datos del PP). "El crecimiento de la ciudad será contenido", señala el concejal de Urbanismo, José María Castillo. El plan no cuenta con el beneplácito del PSOE, en la oposición.

Móstoles ha tardado más de 20 años en elaborar su nuevo plan urbanístico. Mientras otros municipios cercanos han ido expandiéndose durante estos años, esta localidad se ha quedado encajada, sin poder crecer. El anterior plan general databa de 1985 y se había quedado "obsoleto", según el concejal de Urbanismo, José María Castillo. "Además, el que llevemos 20 años sin avanzar ha hecho que otros municipios como Alcorcón o Arroyomolinos hayan metido sus desarrollos, como el centro comercial Xanadú, pegados a los límites con nuestra localidad", asegura.

El plan general ha tardado tanto en hacerse que el gobierno municipal (PP) ha optado por que el equipo que empezó a diseñar el nuevo urbanismo cuando el PSOE e IU gobernaban la ciudad continuase con el proyecto hasta el final.

Con el nuevo plan, Móstoles tendrá 31.000 nuevas viviendas, de las que, según los datos del PP, el 51% será de protección oficial. En total, 5,2 millones de metros cuadrados de suelo estarán destinados a uso residencial y, en su conjunto, Móstoles llegará a tener "seis millones de metros cuadrados de zonas verdes", según Castillo. Habrá un parque a lo largo del arroyo de la Reguera, con 1,4 millones de metros cuadrados, que se unirán a zonas verdes ya establecidas como El Soto o la finca Liana.

El plan, que fue aprobado ayer de forma inicial por el pleno del Ayuntamiento, también prevé llegar a un acuerdo con el Ministerio de Fomento para soterrar la línea C5 de Cercanías a su paso por la localidad (algo más de tres kilómetros). Las intenciones del Consistorio pasan por construir 1.000 viviendas en el suelo que quedaría liberado en esa operación, donde ahora están ubicados los aparcamientos y las cocheras de Renfe. "Queremos llegar a un acuerdo con el Ministerio de Fomento para sufragar el soterramiento de la línea de Cercanías gracias al desarrollo residencial", señaló Castillo.

Tren o metro ligero

El concejal de Urbanismo añade que, si finalmente se prolonga la línea C5 a Navalcarnero, tal y como anunció Esperanza Aguirre en el pasado Debate sobre el Estado de la Región, "el metro ligero ya no tendrá sentido". En un principio, la Consejería de Transportes había planeado construir un tren ligero para unir Móstoles con Navalcarnero, una opción que ahora queda en el aire.

El nuevo plan quiere, además, que Móstoles despegue en el terreno industrial con 1,2 millones de metros dedicados a este sector. Hasta ahora, la localidad, a diferencia de otros municipios del sur, no contaba con mucho suelo industrial, según el gobierno municipal. "Hay muchas empresas que necesitan suelo industrial y que ya se han puesto con nosotros", señalan desde el Consistorio.

Lo que se deja fuera este nuevo plan de urbanismo es la construcción de un nuevo hospital, y eso que el hospital de Móstoles está al límite de su capacidad, según han reconocido en alguna ocasión sus responsables. Este centro, totalmente encajado en la ciudad y sin posibilidad de ampliación, atiende a más de 250.000 personas (la población de Móstoles y de Arroyomolinos) y sólo tiene 404 camas.

El portavoz del PSOE en el municipio, Iván García, aseguró que a la oposición apenas le han dejado "11 días, con dos plenos importantes incluidos" para estudiar "15.000 folios de documentación". "El PP quiere aprobar el plan de urbanismo deprisa y corriendo, eso significa que algo tendrán que ocultar. Pedimos a la presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, que paralice la aprobación del plan", afirmó García.

A juicio de los socialistas, el nuevo urbanismo está dirigido hacia "la vivienda libre y el desarrollismo y sólo beneficia a los propietarios del suelo". "Queda urbanizado todo el término municipal. Casi no protege zonas verdes y la mitad de las viviendas que dicen que van a ser protegidas son pisos de alquiler con opción a compra. Esas viviendas, dentro de siete años, tendrá el precio de una vivienda libre", concluyó García Yustos. Para el PSOE, además, el nuevo PGOU no incluye ningún "proyecto de envergadura" para la ciudad.