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El doble voto tiñó de suspense todo el proceso

El complicado sistema electoral alemán del doble voto, el primero personal por un diputado y el segundo por la lista de un partido, ha provocado en la votación aplazada en el distrito Dresde 1 una situación absurda rayana en la perversidad. Algunos comentaristas hablaban estos días de votación en un país llamado Absurdistán. La democracia cristiana (CDU) luchaba con el Partido Socialdemócrata (SPD) por ganar el primer voto y conseguir un escaño más en el futuro Parlamento Federal (Bundestag). Hasta aquí todo claro. El problema era el segundo voto a la lista de los partidos.

La perversión llegó hasta el extremo de que si la CDU ganaba el escaño directo con el primer voto y conseguía más de 41.216 segundos votos perdía un diputado en Renania del Norte Westfalia por culpa del complicado juego de los escaños complementarios. Estos se producen como consecuencia de las diferencias entre el primer voto por un candidato y el segundo a la lista de los partidos, que determina el número de escaños.

Puede ocurrir que un partido gane más escaños directos con el primer voto que los que le corresponderían por el reparto proporcional, según el segundo voto. En este caso no se pierden los escaños conseguidos por el voto directo y el partido recibe unos mandatos adicionales.

En las elecciones del pasado 18 de septiembre hubo 15 escaños adicionales, nueve para el SPD y seis para la CDU. Este reparto podía verse afectado por los segundos votos de ayer en Dresde, con el absurdo de que a la CDU le convenía no conseguir más de 41.216 segundos votos para no perder uno de los escaños complementarios ganados. Por esta razón la CDU en Dresde volcó su propaganda a favor de su candidato Andreas Lämmel, cuyo nombre en los carteles casi escondía debajo las siglas del partido para evitar conseguir demasiados segundos votos y perder un escaño que tenía ganado en otro Estado.

Para dar una idea de la complejidad baste citar el comentario de un experto en la televisión a quien le pidieron que explicara lo que podía salir de la elección de Dresde por el efecto del segundo voto: "Mejor lo dejamos porque eso podría ser un buen tema para una tesis doctoral en estadística", dijo.

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