Voracidad de ida y vuelta en Prosegur
El grupo, que sigue comprando competidores, despierta el interés de los grandes de su sector
Prosegur, que prosigue reordenando con compras y desinversiones su presencia en América Latina y Europa, ha creado una sociedad con el grupo de capital riesgo GED para promover inversiones en Europa Suroriental y ha tomado el control de la rumana Dragon Star. Sus acciones, al calor de esta nueva estrategia y de persistentes rumores sobre su posible adquisición por multinacionales del sector y firmas de capital riesgo, acumulan una revalorización anual del 45%.
En 2005 se ha hecho con grupos de seguridad y transporte de fondos en España, Brasil y Rumania, y se ha asociado con Bissa en México
Prosegur, aunque sus resultados del primer semestre no han sido brillantes, ha dado un giro importante en el despliegue y en la percepción de su negocio desde que cambió su dirección hace 14 meses y está logrando un respaldo creciente de analistas e inversores.
En julio de 2004, salió de la presidencia Carlos Martínez Campos, quien fue sustituido por Helena Revoredo, viuda del fundador de Prosegur, que cuenta con el 51,5% del capital. Desde entonces, y bajo la batuta ejecutiva de su consejero delegado, Eduardo Paraja, el grupo no ha cesado de reordenar su presencia y de crecer en los distintos mercados mediante la adquisición de competidores.
A finales del año pasado, anunció la compra de dos de sus competidoras en España (CESS, Compañía Europea de Servicios de Seguridad, y ESC, Servicios Generales) por las que pagó 60 millones de euros. Estas dos compañías facturan juntas 100 millones y cuentan con una plantilla de 4.500 empleados. Ambas operan en Cataluña, Madrid, Levante y Andalucía.
En febrero adquirió seis empresas al grupo coruñés Nordés, especializado en tecnología de sistemas, por 51 millones de euros y otros seis millones adicionales que pagará en función de la facturación lograda por esas empresas en los próximos cuatro años. Las seis compañías adquiridas, que tiene en conjunto 1.000 empleados, facturaron 57,8 millones en 2004.
En América Latina, donde hace 10 días Prosegur anunció que invertirá hasta 11 millones de euros para abordar de manera conjunta con el grupo de seguridad mexicano Bissa el desarrollo de servicios de seguridad y de manipulado de efectivo en México, el grupo español se ha mostrado también muy activo en los últimos meses. En verano vendió su filial boliviana a inversores locales, pero en marzo se hizo con los activos de la empresa de transporte de fondos brasileña Preserve Segurança e Transporte de Valores por 30,5 millones de euros. Y en abril formalizó la compra de los activos de una nueva compañía brasileña, Transpev, que está dedicada al transporte de valores y a seguridad y que opera en los estados de São Paulo, Río de Janeiro y Minas Gerais, por 21 millones de euros.
Prosegur está presente también en Argentina, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, en América Latina, y en Portugal, Italia, Francia, y ahora en Rumania, en Europa. En Francia ha clausurado este año la actividad de tres de sus 15 filiales, aquellas que operan en París y son deficitarias.
En las últimas semanas, a través de la sociedad conjunta creada con GED (grupo de capital riesgo especializado en la Península Ibérica y en el Sureste Europeo y que gestiona más de 200 millones en fondos), Prosegur se ha hecho con el 51% de la rumana Dragon Star por un importe de 1,2 millones de euros. Cantidad a la que hay que añadir un préstamo de tres millones de euros para financiar el plan estratégico de la compañía.
La nueva estrategia ha despertado el apetito de algunas multinacionales por Prosegur. Entre ellas, y según ha publicado Financial Times, podría encontrarse el gigante anglodanés Group4 Securicor.
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