Urkijo asegura que su renuncia no es "traumática" ni fruto de "discrepancias"

El director de Derechos Humanos, Txema Urkijo, confirmó ayer que abandona su cargo, después de tres años y medio al frente de esa responsabilidad. A través de una nota, Urkijo aseguró que su decisión "en modo alguno es traumática ni fruto de enfrentamientos o discrepancias" con el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, de EA, de quien depende su dirección. Antes al contrario, el aún alto cargo le mostró, tanto a él como a su partido, su "más sincero agradecimiento" por la confianza que depositaron en él al proponerle en el anterior mandato. "La experiencia está ahí para demostrar que no es fácil la participación de personas independientes en cargos con responsabilidad política", señaló, para añadir que "estos tres años y medio han demostrado que tal colaboración es posible".

Urkijo reivindicó como propio el programa de actuaciones en materia de derechos humanos que Azkarraga expuso anteayer ante la comisión correspondiente del Parlamento, comparecencia en la que estuvo acompañado por el aún director general. Urkijo aludió sólo a la existencia de "otras inquietudes" y "prioridades" personales, pero es sabido que el departamento ha adoptado decisiones contra su criterio, como el propio Azkarraga reveló el jueves en dicha comisión.

El consejero destacó que Urkijo ha sido "el mejor director" de Derechos Humanos que ha tenido el Ejecutivo. La portavoz del Gobierno, Miren Azkarate, se limitó a expresar su "respeto" por la decisión de Urkijo.