El alcalde eleva de nuevo la deuda y se escuda en el fracaso de su propuesta de Ley Especial para Madrid

La deuda del Ayuntamiento, que ya es la más alta de las grandes ciudades españolas, alcanzará los 5.042 millones de euros en diciembre de 2006, después de contraer ese año nuevos préstamos por valor de 662 millones. La hipoteca municipal sumará así casi tanto como el presupuesto de todo un año.

El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y su edil de Hacienda, Juan Bravo, siempre han argumentado que a pesar de todo el Ayuntamiento de la capital es más que solvente para afrontar ese endeudamiento. Pero también habían manifestado su intención de abandonar el recurso a la deuda en sus últimos dos años de mandato. No será así: en 2006 y 2007 el Ayuntamiento seguirá pidiendo préstamos, y sólo a partir de 2008 podrá poner el contador a cero y dedicarse íntegramente a devolver la deuda acumulada, según el Plan Económico-Financiero a tres años presentado por Bravo la pasada semana.

La razón de ese cambio de actitud está, según explicó el edil de Hacienda hace días y reiteró Ruiz-Gallardón ayer, en el "fracaso" de las negociaciones con el Gobierno central sobre la Ley Especial para Madrid. El gobierno municipal pretendía aumentar sustancialmente su financiación a través de esa ley, pero para eso era necesario que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero aceptara elevar la participación del Ayuntamiento en los impuestos parcialmente cedidos: IRPF, IVA e impuestos sobre alcohol, tabaco y gasolina.

Eso no va a ocurrir. "Ya sabemos cuáles son los límites", dijo ayer Ruiz-Gallardón, en referencia a que Barcelona pedía exactamente lo mismo en su Carta Municipal y no lo ha logrado. Y Juan Bravo aclaró: "No había planes B para cubrir el fracaso de las expectativas de la Ley Especial. Un aumento de financiación por ese lado nos habría permitido no recurrir más a la deuda, pero nada más".

Las negociaciones con el Gobierno sobre otros extremos de la futura ley siguen, pero el alcalde admitió ayer que ya no tiene prisa. "El ministerio nos ha dado un plazo de dos años para revisar la financiación municipal. Y una vez que no tiene afección presupuestaria, no hay tanta prisa", afirmó el alcalde. En el borrador de Ley Especial el Ayuntamiento pide, por ejemplo, mayor capacidad para modificar los impuestos -con el objetivo de hacerlos más progresivos, según Bravo- y algunas competencias en materia de seguridad.