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El PP reanuda las críticas a Zapatero tras el debate de política general

El Partido Popular de la Comunidad Valenciana reanudó ayer las críticas contra el Gobierno socialista que preside José Luis Rodríguez Zapatero una vez concluido el debate de política general. En este debate, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se presentó como un líder político capaz de alcanzar un buen número de acuerdos con el Ejecutivo socialista.

Ayer, el vicesecretario general del PPCV y portavoz adjunto del Grupo Popular, Ricardo Costa, tachó los presupuestos generales del Estado como "un insulto porque continúan con el boicot y con la marginación a la Comunidad Valenciana". Costa arremetió contra las cuentas del Estado para 2006 porque son "una provocación en toda regla" y "demuestran que quieren parar la Comunidad Valenciana".

Ricardo Costa, que también es el portavoz parlamentario de Economía en las Cortes, argumentó que la autonomía recibirá 300 millones de euros menos de lo que debería recibir para ajustarse a la media nacional. "No sólo saca del mapa a la provincia de Castellón, sino que deja bajo mínimos la inversión en política social, ya que maltrata a la Comunidad Valenciana en materia de vivienda, empleo, cultura y bienestar social al tiempo que pasa en vuelo rasante en materia de industria y carreteras", sentenció el vicesecretario general del PP, que añadió que más del 85% de la inversión responde a proyectos iniciados por el Gobierno de José María Aznar.

Para Costa, mientras el Consell echa "toda la leña al fuego para que nuestro territorio vaya a la cabeza, Zapatero se encarga de darnos limosnas". El dirigente popular lamentó "la carencia de inversiones en proyectos emblemáticos" como el Palau de les Arts -que se inaugura provisionalmente dentro de una semana y que durante los Gobiernos de Aznar tampoco recibió dinero del Estado- o las obras de la Copa del América -en las que la Administración central ya ha autorizado los créditos-.

Más dinero para desaladoras

Por su parte, la secretaria regional del PP, Adela Pedrosa, acusó ayer al Gobierno de Zapatero de practicar una política "anti-trasvasista". Para Pedrosa es "temerario el enorme desinterés del Gobierno central por el bienestar de nuestro territorio al pretender sembrar de desaladoras las costas mediterráneas sin importarle lo más mínimo las consecuencias ecológicas y económicas y sin tener en cuenta la baja calidad del agua que se obtiene con ellas".

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Pedrosa también criticó los presupuestos generales del Estado presentados por el Gobierno socialista porque recogen "la escasa inversión destinada al [trasvase] Júcar-Vinalopó en relación con la de las desaladoras". Según la número dos del PP autonómico, esto "da la razón a quienes postulan que la intención final del Ejecutivo socialistas es hacer desaparecer el trasvase".

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