Eduard Carbonell abandona la dirección del Museo Nacional de Arte de Cataluña

Eduard Carbonell, director del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) desde hace 11 años, explicó ayer a la comisión delegada del centro su decisión de dejar el cargo. Su renuncia ha sido aceptada, aunque no tendrá efectos inmediatos ya que se le ha pedido que continúe al frente del museo hasta que se encuentre a la persona que le sustituirá, algo que no se prevé que pueda ocurrir hasta principios del próximo año. El patronato ha decidido abrir una convocatoria pública e internacional cuyas características se conocerán en las próximas semanas y que inaugura una nueva etapa, más técnica y menos política, en el nombramiento de los principales responsables de las instituciones culturales.

Era una decisión anunciada. Desde antes incluso de que se inaugura la última fase del MNAC, en diciembre de 2004, ya arreciaban los rumores sobre la posibilidad de que hubiera cambios al frente de la institución. Continuaron en los meses siguientes, lo que provocaba inquietud y un cierto desánimo entre los trabajadores del museo, que no sabían bien hacía dónde se dirigiría el centro, y finalmente, el pasado mes de junio un cansado Eduard Carbonell, que indicó ayer que "necesitaba un cambio de aires", decidió plantear su renuncia con el objetivo de dejar el cargo tras la inauguración de la exposición dedicada a Caravaggio, prevista para el día 10 de octubre.

Según explicó ayer Narcís Serra, presidente del patronato del MNAC, ante la proximidad de las vacaciones de verano decidió retrasar el asunto hasta septiembre y le pidió, de todas formas, que continuara al frente del museo hasta que se nombrara a su sucesor en el cargo. "Quedamos en que se haría de manera en que no se lesionara la potenciación del museo, pero acepté las razones del director porque entiendo que el esfuerzo de abrir el museo tras 11 años al frente de la casa ha sido duro", indicó Serra. "Le he pedido que a estos años añada uno más, que es el del funcionamiento, porque según mi criterio el cambio tenía que hacerse después de un año de rodaje del museo, lo que permite seguir funcionando y tomando las decisiones necesarias con vistas al futuro. La comisión delegada le ha agradecido por unanimidad el esfuerzo y las reflexiones realizadas hasta ahora garantizan que el proceso se hará con transparencia y tranquilidad".

Serra, que negó que hubiera realizado infructuosos contactos anteriormente para sustituir a Carbonell, contrariamente a lo que se comentaba desde hace meses, señaló que la forma que se ha escogido para sustituirlo es "un proceso abierto". Las tres instituciones representadas en el patronato del museo (Generalitat de Cataluña, Ayuntamiento de Barcelona y Ministerio de Cultura) han delegado en el propio Serra y en Carbonell la redacción de un documento que defina cómo será este proceso. "Publicaremos que buscamos un nuevo director, se indicará cuál es el perfil que consideramos adecuado y habrá unos procedimientos para evaluar a los candidatos, incluida una comisión de personas expertas que asesorán al patronato. Es un proceso internacional y no tenemos prisa, lo que seguramente nos situará a principios de 2006. Después, confio en que la persona elegida tendrá un tiempo de rodaje junto a Carbonell para conocer a fondo el museo".

Serra indicó que "no se trata de un concurso porque no hay puntuación ni baremos de este estilo", sino de una convocatoria abierta e internacional cuya definición deberán acordar las tres administraciones que rigen el centro. "Personalmente creo que esta convocatoria es un acto de fe en la potencialidad del museo", añadió. Antes de explicar las razones de la renuncia de Carbonell, durante su comparecencia, convocada con urgencia, ante los medios de comunicación, tanto Serra como el todavía actual director se explayaron largo rato en los otros temas que habían ocupado el orden del día de la comisión delegada del patronato.

Destaca la aprobación de otra reforma de sus estatutos para adecuar la estructura del patronato al nuevo equilibrio de fuerzas surgido tras la incorporación, el pasado año, del Ministerio de Cultura en este órgano. Según indicó Serra, a partir de ahora habrá cinco representantes de la Generalitat, dos del Ayuntamiento de Barcelona y tres del Ministerio de Cultura, además del presidente, que tiene voto de calidad, y tres vicepresidencias. "La Generalitat tiene la mitad de los miembros y mantiene su mayoría como hasta ahora", indicó Serra.

Con relación al presupuesto, ha habido un desajuste del 2% en las obras de reforma del edificio que ahora las instituciones estudiarán como abordar. El patrocinio del museo, en cambio, ha aumentado de forma notable este año ya que se ha pasado de 797.586 euros de 2004 a los dos millones de euros que se conseguirán este año. El público también ha aumentado en este primer año de apertura completa del museo. Comparándolo con 2003 (en 2004 estuvo parcialmente cerrado), se ha incrementado el 32% y se confía en que a finales de año -contando con el tirón que tendrá la exposición Caravaggio y la pintura realista europea- se habrán superado los 600.000 visitantes, cifra que se pretende mejorar en el futuro.