Interior recibirá a los jefes policiales que se quejan de sus sueldos

El viceconsejero de Seguridad del Gobierno vasco, Mikel Legarda, tiene previsto reunirse "esta misma semana" con la comisión que representa a los altos mandos policiales que han mostrado en un documento interno su "malestar y desánimo" por la "falta de proporción" entre sus sueldos y los de los ertzainas de base.

Interior mostró ayer su disposición total al diálogo con ellos, según fuentes del departamento que dirige Javier Balza. La comisión negociadora que representará a la jefatura policial -entre ellos comisarios, subcomisarios, jefes territoriales, nagusis (jefes) de comisarías y miembros de la Escala de Inspección- estará formada por un alto responsable de la lucha antiterrorista, el subjefe de Investigación de la capital alavesa y un mando de la Secretaría Técnica de la Ertzaintza.

El preacuerdo sellado el pasado 29 de julio entre Interior y las centrales sindicales Erne y Comisiones Obreras ha hecho aflorar "con mayor intensidad" las críticas de los mandos policiales y el "malestar latente hasta la fecha", según el citado documento (ver EL PAÍS del 25 de septiembre). Los jefes consideran que con lo pactado con los dos sindicatos la "falta de proporción" entre lo que cobran los agentes y los miembros de la dirección policial ha crecido, "recortando aún más estas diferencias". El documento interno de la jefatura ha pasado de mano en mano entre los agentes por las comisarías y ha sido "muy mal recibido" entre la base, según fuentes policiales.Los ertzainas de base han interpretado las peticiones de la jefatura y el lenguaje empleado en el documento contra lo logrado en el preacuerdo por los sindicatos como un "intento más de hacer de menos a los que damos la cara en la calle", según las fuentes policiales consultadas por este diario. "No entendemos que para plasmar sus peticiones tengan que criticar lo conseguido para todos, incluido ellos, en el preacuerdo", ha señalado un dirigente de uno de los sindicatos firmantes.

Interior evitó ayer valorar los duros términos empleados por los jefes en su escrito, en una iniciativa sin precedentes entre los mandos policiales en la reciente historia de la policía vasca. "No queremos entrar en lo acertado o no de los términos empleados por los jefes policiales. No vamos a hacer sangre ni con éste ni con otros escritos", indicaron portavoces oficiales de Interior.

El documento llega a afirmar que este creciente "malestar" en las cúpula policial puede afectar a la eficacia de la policía vasca. Concretamente, sus firmantes, aseguran que, como "parte importante de la dirección de esta organización", se han visto en la "obligación moral" de trasladar a la cúpula política de Interior "cualquier situación interna" como la presente, en la que se mezclan sentimientos de malestar y agravios comparativos, "que pueda incidir, por mínima que sea su repercusión, en la eficacia de la Ertzaintza".

Convenio bloqueado

Aunque uno de los miembros de la comisión negociadora habló la semana pasada con el viceconsejero de Seguridad, Mikel Legarda, fuentes de Interior afirman que, de hecho, se han enterado del contenido del documento por lo publicado por este periódico. Legarda no dispuso del texto, de siete folios, hasta la tarde del lunes, según fuentes conocedoras de los entresijos de un conflicto que ha explotado justo cuando Interior negocia contrarreloj con Erne y CC OO el convenio colectivo para los próximos tres años. La negociación está en estos momentos bloqueada, a tres días de que el consejero de Interior, Javier Balza, comparezca en el Parlamento vasco para explicar las líneas maestras de lo que va a ser el trabajo de su departamento en esta legislatura.

Tanto Comisiones Obreras como Erne consideran que la Ley de Policía es clara al definir los sujetos negociadores de la negociación colectiva. "La determinación de sus condiciones de trabajo se efectuará a través de las organizaciones sindicales que hubieran acreditado la representatividad", señala el artículo 103.1 de la norma básica por la que se rige la Ertzaintza.

Sin embargo, el hecho de que el documento de queja haya sido apoyado por la mayoría de los mandos policiales -algunas fuentes aseguran que ha sumado más de 170 adhesiones- parece obligar a Interior a dar una respuesta que, además, no debería interferir en la negociación con los sindicatos.