El tráfico de Vizcaya con Cantabria ha crecido más de un 80% en diez años

El tráfico de Vizcaya hacia y desde Cantabria ha aumentado un 83,6% en la última década y sólo se ve superado ligeramente por el tránsito entre el territorio vizcaíno y el alavés. El último estudio oficial realizado por la Diputación de Vizcaya, referido al año pasado, señala que se registró una media diaria de 56.800 vehículos transitando entre el territorio vizcaíno y Cantabria. La entrada en servicio en 1995 de la autovía hacia la comunidad cántabra ha propiciado ese gran incremento. El pasado año, casi 180.000 vehículos entraron y salieron cada día por los 22 accesoa a Vizcaya desde las cuatro provincias que la rodean, un 45% más que hace diez años.

La evolución del tráfico entre Vizcaya y Cantabria ha sido espectacular en comparación a el que discurre a los otros dos territorios vascos. Si en 1995 el tránsito con la comunidad cántabra suponía 30.600 vehículos de Intensidad Media Diaria (IMD), ahora supera los 56.200.Las comunicaciones con Guipúzcoa y Álava también han crecido, pero muy por debajo del 83% de Cantabria. En el caso de la circulación hacia y desde el territorio alavés, el tráfico ha crecido un 40%, mientras que el tránsito de vehículos con Guipúzcoa se ha incrementado en un 20%.

Al atractivo turístico de las localidades de Cantabria se une la gratuidad de la autovía, frente al peaje que hay que pagar para desplazarse por la A-8 hacia Guipúzcoa y por la A-68 en dirección a Álava y la Meseta. Por ello, de los 56.200 vehículos de IMD registrados el pasado año, más de 47.000 discurrieron por la autovía, con un crecimiento medio anual del 6,7% desde 1999. Apenas 9.000 vehículos utilizaron el resto de carreteras comarcales y locales entre ambas provincias.

Estos crecimientos anuales han motivado que la A-8 en dirección a Cantabria llegue a niveles de saturación casi todos los fines de semana e incluso en días laborables durante el verano, pese a que sólo han pasado diez años desde su entrada en servicio. La autovía permite llegar, en condiciones de tráfico normales, desde Bilbao a Castro Urdiales en poco más de 20 minutos, a Laredo en media hora y en cerca de una hora a Santander, un trayecto de 108 kilómetros. Las aglomeraciones llevaron a la Diputación vizcaína a ampliar en 2001 la autovía con un tercer carril en cada dirección hasta Zierbena, un proyecto que costó más de tres millones de euros, pero pese a ello los atascos han ido aumentando porque desde ese punto la autovía se mantiene con dos carriles en cada sentido.

El tránsito con Cantabria sólo se vio superado en 2004 por el mantenido con Álava, con cerca de 200 vehículos más. El tráfico con Guipúzcoa, que en 1995 era el mayor, se sitúa ahora en tercera posición. Hace una década, la circulación de vehículos entre los territorios guipuzcoano y vizcaíno era un 50% superior al existente entre Vizcaya y Cantabria.

Los tránsitos hacia Burgos se sitúan muy lejos de los mantenidos con las otras provincias que rodean Vizcaya, con una media de 7.700 vehículos el pasado año. Sin embargo, el incremento en estos diez años también ha sido aquí significativo: un 66%. Destaca el caso de la BI-636, que atraviesa Balmaseda, que registra el tránsito de 7.050 vehículos diarios, cuando en 1995 no llegaba a los 4.000.

El estudio de la Diputación señala que casi 180.000 vehículos diarios entraron o salieron el año pasado a través de los 22 accesos por carretera existentes en Vizcaya. Esta cifra supone un 3,6% de aumento con respecto a 2003 y un 45% de alza en la década.

El informe destaca que las dos autopistas que atraviesan Euskadi (la A-8 y la A-68) y la autovía hacia Santader absorben casi 101.000 vehiculos diarios, el 56,1% del tráfico total de acceso a Vizcaya. De ellas, la autovía del Cantábrico tiene la mayor afluencia, con una IMD de 47.049 vehículos, más del doble que hace diez años. Tras ella figura la A-68, con 31.568 vehículos cada día (un 77% de aumento con respecto a 1995), y la A-8, con 22.232 vehículos (un 66% de alza).