Del Día sin Coches
Ayer se sufrió el Día sin Coches. Un año más se plasmó ante los ciudadanos de la agobiada ciudad de Madrid la patochada del cierre al tráfico de las principales calles del centro de la ciudad; por lo que al diario atasco de la M-30 se le sumó el también diario de Castellana, Velázquez, Alcalá... Para celebrar el Día sin Coches, hay que tener alternativas al transporte privado; alternativas válidas que verdaderamente disuadan a los usuarios de utilizar el coche particular, y eso es algo de lo que carece la ciudad de Madrid.
Sin embargo, parece ser que esto no les importa a los ediles de Madrid, que prefieren hacerse la foto de turno en la boca de metro con la Puerta del Sol vacía de automóviles, mientras que en la M-30 se queman inútilmente litros y litros de gasolina.
La realidad, la de todos los días y la que sufre la gran mayoría de quienes trabajamos en Madrid, es que las empresas están trasladando sus sedes a la periferia, cuando no a otros municipios, por lo que quienes vivimos en Madrid tenemos que salir de la ciudad para acudir al trabajo y muchos de quienes viven fuera de la ciudad se ven obligados a atraversarla con el mismo fin. Ahí es donde reside el problema, la red de transporte público es aceptable en el centro de la ciudad, pero lamentable en la periferia.
El problema no es que el Ayuntamiento "no tome medidas" para que los ciudadanos nos enteremos que ayer era el Día Europeo sin Coches, como falazmente afirmaba la edil de IU; el problema es que los ciudadanos de Madrid, hartos de obras, de ruidos, de todo tipo de deficiencias de movilidad, ya no podemos hacer otra cosa más que "buscarnos la vida" con nuestros medios. Piensen los ediles qué pasaría si algún día los madrileños y los de la periferia, quienes trabajan en Madrid, les hiciéramos caso y, de verdad, dejáramos el coche en casa.
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