Dos prórrogas y un plan olvidado

El segundo plan de financiación concluyó en diciembre de 2003. Ya antes de que lo hiciera, los rectores de las cinco universidades públicas valencianas y la Consejería de Educación, por entonces encargada de la materia, comenzaron a tantear un nuevo marco financiero, con la vocación de que fuera estable y mejorara el sistema que llevaba funcionando desde 1995.

Antes del verano de 2004, los rectores entregaron al consejero Esteban González Pons una propuesta, que fue llamada Prórroga de programa plurianual de financiación 1999 / 2003 para 2004 / 2006. González Pons declaró que la propuesta era adecuada y se dio por aprobado. En la apertura del curso 2004-2005, sin embargo, con un nuevo titular al frente de las universidades -Justo Nieto sustituía a González Pons, y lo hacía al frente de una consejería específica de universidades-, la propuesta de los rectores aprobada por González Pons no fue confirmada por Nieto, quien, como dirigente de la Universidad Politécnica de Valencia la había firmado.

Un rector aseguraba ayer que muchos pensaron, cuando el presidente Francisco Camps nombró consejero a Nieto, que éste había puesto la propuesta de la Prórroga de programa plurianual de financiación 1999 / 2003 para 2004 / 2006 como condición para aceptar el cargo. "Luego resultó que no".

Los meses siguientes fueron de enfrentamiento entre los rectores y la Generalitat a causa de la financiación. En diciembre de 2004, llegaron a un acuerdo. El Consell aceptaba una parte de las peticiones de las universidades, permitía cerrar los presupuestos del año, prorrogaba hasta julio de 2005 el plan de financiación anterior y se comprometía a presentar entonces un nuevo modelo, que todavía no ha visto la luz. El acuerdo de diciembre, sin embargo, dejó fuera una pieza central de la propuesta de los rectores: el plan de inversiones