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El cierre al tráfico de Lavapiés comenzará en la primavera de 2006

La calle de Atocha recuperará el doble sentido entre Antón Martín y la glorieta de Carlos V

El barrio de Embajadores, que incluye lugares tan simbólicos y concurridos como el Rastro, las plazas de Tirso de Molina y de Lavapiés o el Museo Reina Sofía, será convertido en área de prioridad residencial la próxima primavera. Eso significa que sólo podrán circular por sus calles los vehículos de residentes, los de emergencias y reparaciones, los taxis (los autobuses tampoco pasan ahora, porque no caben) y las motos (sólo de día). La calle de Atocha recuperará el doble sentido entre Antón Martín y la glorieta de Carlos V.

El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció ayer la decisión de restringir el tráfico en Embajadores -donde viven 50.500 personas, tantas como en toda la ciudad de Cuenca- y la justificó en las características del barrio: muchos coches, mucho ruido, pocas plazas de aparcamiento -sólo 4.620 para 12.500 vehículos censados- y una actividad de carga y descarga que el edil de Seguridad, Pedro Calvo, calificó con un superlativo: "La más anárquica de Madrid". Por eso, para atender las necesidades de una zona que concentra 814 establecimientos -600 de ellos, comercios al por mayor-, la limitación a la carga y descarga a partir de primavera será menor que en el barrio de Cortes, que también es de prioridad residencial.

El ámbito de actuación está delimitado por las calles de Toledo, Concepción Jerónima y Atocha y las rondas de Atocha, Valencia y Toledo. Cuando entren en vigor las limitaciones al tráfico, una decena de calles del interior del barrio cambiarán de sentido. Y las 1.262 plazas de aparcamiento que hay ahora para visitantes se convertirán en plazas para residentes.

Además, el volumen de vehículos se reducirá, porque los no residentes tendrán prohibido el paso. Según Calvo, unos 20.000 coches circulan ahora a diario por la calle de Toledo, y otros 12.000 pasan por la calle de Atocha. En las vías de acceso a las calles comerciales, sobre todo en el entorno de la Ribera de Curtidores, hay una intensidad media diaria de 4.000 vehículos.

El barrio cerrado al tráfico no residente tendrá nueve puntos de acceso, vigilados en una primera fase por agentes municipales de Movilidad y después por cámaras leematrículas, como las que ya se han instalado en prácticas en el entorno de la calle de Huertas (barrio de Cortes), que registran la entrada de los vehículos y tramitan la denuncia, si no están registrados como residentes.

Cambios de sentido

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Los cambios en el sentido de circulación se producirán en tres zonas (ver gráfico): el entorno de la plaza de Tirso de Molina, las vías adyacentes a la de Santa Isabel y los alrededores de la glorieta de Embajadores.

En el primer ámbito, modifican su sentido las calles del Duque de Alba y de San Millán, para dar salida hacia la calle de Toledo y con el objetivo de "evitar la congestión en Tirso de Molina". El tramo de Duque de Alba que discurre a un lado de la plaza se convertirá en peatonal, de forma que sólo podrán circular por él los residentes que tengan garaje en las calles adyacentes (Espada y San Pedro Mártir). La plaza de la Cebada deberá ser "reordenada", y también cambiarán de sentido las calles de Jesús y María, de Luis Vélez de Guevara y un tramo de Mesón de Paredes.

La calle de Atocha, que ahora es únicamente de subida entre la glorieta de Carlos V y Antón Martín -el único carril de bajada es sólo para autobuses, salvo un pequeño tramo próximo a la glorieta-, recupera el doble sentido. Así, los coches privados podrán llegar desde la calle de la Magdalena, atravesar Antón Martín y seguir hacia Carlos V por el carril que ahora es para autobuses. "Se puede hacer porque, al cerrar el barrio a los no residentes, el volumen de vehículos que bajarán por ahí será mucho menor", explicó el gerente de Movilidad, Javier Conde. Por último, la calle del Amparo cambiará de sentido en su último tramo, y la calle de Miguel Servet -entre Mesón de Paredes y la glorieta de Embajadores- se hará peatonal.

El Ayuntamiento construirá un "muelle o zona especial" en la plaza del Campillo del Mundo Nuevo para realizar las operaciones de carga y descarga fuera del horario restringido.

Calvo subrayó que la creación de esta nueva área peatonal en el centro -cuyo diseño definitivo aún está sujeto a modificaciones- ha sido "reiteradamente solicitada" por asociaciones vecinales como la Red de Lavapiés, No Más Ruido o La Corrala.

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