La Tate compra los 'monos-apóstoles' de Ofili, miembro de su patronato
Una sobrecogedora instalación de Chris Ofili, exponente de la última generación de artistas británicos con proyección internacional, se exhibe en una sala especialmente construida en la galería Tate Britain como ejemplo de las nuevas adquisiciones del principal museo de arte contemporáneo de Reino Unido. La institución pagó unos 435.000 euros por la serie de 13 cuadros, un precio muy por debajo de su cotización en el mercado, pero algunos medios británicos cuestionan la operación.
La instalación sobrecoge al espectador. La habitación está en la penumbra con focos de luz sobre un enorme cuadro central y sobre los 12 restantes, de menor tamaño y distribuidos en paralelo, frente por frente. Un simio por pieza entre tejidos florales en colores distintos que el artista ha titulado en castellano Mono dorado, Mono azul, Mono rojo... Ofili utiliza caca de elefante para sustentar sobre el suelo de la sala cada óleo de su instalación titulada The upper room (La habitación de arriba).
La obra sugiere escenas de Jesucristo con los apóstoles o incluso una representación con motivos animales de la última cena. Pero no es la heterodoxa alusión religiosa del trabajo, sino la propia adquisición de la misma por el museo Tate, el tema que enfrenta a la prensa británica. The Times denunciaba ayer un presunto conflicto de intereses dada la presencia actual de Ofili en la junta del patronato de la institución. Integrado por 12 miembros, incluidos tres artistas, el patronato se renueva cada cuatro años. En noviembre se expira el plazo del creador de The upper room.
The Guardian, en cambio, celebra como una ganga el precio pagado por una serie que su crítico de arte, Adrian Searle, considera pieza indispensable para la colección Tate. La institución confirmó esta semana que tan sólo pagó 295.000 libras (unos 435.000 euros) por el conjunto de la obra, menos de la mitad del precio fijado por el representante del artista. El resto se recaudó con donaciones privadas a iniciativa de la misma galería de Ofili, Victoria Miró, donde se instalaron originalmente las piezas en 2002.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.