El obispado de Lleida alega que las obras no saldrán sin el permiso de la Generalitat

El obispado de Lleida no piensa poner trabas a la ejecución del decreto de la Congregación de los Obispos de Roma que le ordena devolver a la diócesis aragonesa de Barbastro-Monzón, en el plazo de 30 días, un total de 113 obras de arte sacro que desde hace décadas están depositadas en el Museo Diocesano y Comarcal de Lleida. No obstante, el prelado leridano, Francesc Xavier Ciuraneta, expresó ayer su convencimiento de que no saldrá ninguna pieza de este museo sin el correspondiente permiso de la Generalitat.

El Colegio de Consultores del obispado de Lleida y la permanente del Consejo Presbiteral solicitaron ayer a Ciuraneta que recurra, según las leyes de la Iglesia, al citado decreto, ya que el obispo "tiene el deber de velar por los bienes de la diócesis".El obispado de Lleida, para el que esta resolución supone la disgregación del museo y sienta un precedente que puede afectar a otros centros, considera que la Congregación de los Obispos no ha evaluado con la suficiente profundidad las numerosas pruebas presentadas para demostrar la propiedad de las piezas en litigio, como documentos de compraventa, de permuta o de donación, y el hecho de la prescripción. Casi todas las obras están en posesión del obispado de Lleida desde hace más de 100 años. "No ha habido seriedad", lamentó Francesc Xavier Ciuraneta.

De las 139 obras reclamadas por Aragón, el obispado de Lleida siempre ha reconocido que 40 están en su museo en depósito y no piensa poner objeciones a su devolución siempre que la Generalitat lo autorice. Ciuraneta ha anunciado que, una vez que disponga del dictamen que están elaborando los servicios jurídicos, presentará un recurso de súplica ante la Congregación de los Obispos de Roma para que reconsidere los términos del decreto, y en caso de que también sea desestimado, no dudará en apelar a la Signatura Apostólica, el equivalente al Tribunal Supremo en la jurisdicción civil.

Ciuraneta explicó que ha informado de las consecuencias del decreto a los miembros del consorcio institucional encargado de construir el nuevo Museo Diocesano y Comarcal, que abrirá sus puertas a principios de 2006. El obispado de Lleida está dispuesto a agotar todas las vías eclesiásticas para retener las colecciones de su museo y a luchar para que prevalezcan los criterios jurídicos, históricos y museísticos. No obstante, asegura que las obras no pueden salir del Museo Diocesano sin el permiso de la Generalitat de Cataluña. El vicario general, Joan Ramon Ezquerra, explicó que la legislación catalana exige una autorización expresa de la Generalitat para poder sacar alguna de las obras en litigio, ya que son piezas que el Departamento de Cultura incluyó hace seis años en el catálogo del Patrimonio Artístico Nacional de Cataluña.

Fuentes del Departamento de Cultura indicaron que se continúa estudiando el documento. Y el obispo de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, confió ayer en que no prosperen los recursos, aunque indicó que pueden retrasar el traslado entre 10 y 15 días, y se mostró escéptico sobre la posibilidad de que intervenga la Administración en el caso.