Merkel y Schröder pugnan por gobernar tras el empate en las elecciones alemanas

Angela Merkel, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), consiguió ayer una apretada victoria frente al canciller Gerhard Schröder, socialdemócrata, en unas elecciones reñidas hasta el final. Tras sufrir una caída en picado desde los sondeos que le daban hasta 20 puntos de ventaja hace dos meses, Merkel logró sólo el 35,2%, frente al 34,1% del SPD, según los sondeos. Este resultado se traduciría en un empate en escaños en el Parlamento. Merkel apeló a los socialdemócratas a formar un "Gobierno estable", pero Schröder no tendió puentes y aseguró: "No habrá una coalición bajo su liderazgo con mis socialdemócratas".

"El SPD y Los Verdes han perdido. Y eso es una buena noticia. Me gustaría decir al presidente del SPD: la elección ha pasado, y ahora es hora de formar un Gobierno estable". Fue la reacción de Merkel tras conocer las proyecciones de votos ante un público de caras largas y cargado de decepción por el escaso margen de victoria. Aunque habían vencido, los democristianos incluso perdieron más de tres puntos respecto a las elecciones de 2002.

El canciller Schröder, al que los sondeos pronosticaban una rotunda derrota hace apenas dos meses, reclamó el liderazgo del futuro Gobierno y además impuso la salida de Merkel como condición. Compareció satisfecho ante los periodistas, renacido de las cenizas de unos pronósticos que le atribuían el 26% de los votos en julio. "Creo que tengo el mandato para asegurar un Gobierno estable en Alemania en los próximos cuatro años. No habrá coalición bajo su liderazgo con los socialdemócratas", aseguró el canciller.

La sorpresa de la jornada fueron los liberales, que alcanzaron el 10% de los votos en uno de los mayores logros de su historia. Los Verdes de Joschka Fischer, socio de coalición de Schröder, se mantuvieron en un digno 8,1%. Y el Partido de la Izquierda, formado por los antiguos comunistas y los disidentes del SPD, un 8,6%.