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Entrevista:ANDRÉ ANTIBI | Profesor y experto en Didáctica

"Algunos profesores ponen malas notas por la presión social"

Carmen Morán Breña

El profesor francés André Antibi (Argelia, 1944) ha descrito en su libro La Constante macabra (El Rompecabezas), de gran éxito en Francia, una tendencia que se da en algunos países, España entre ellos, por la cual algunos profesores evalúan a sus alumnos equilibrando inconscientemente los porcentajes de notas buenas, malas y regulares, algo que penaliza inmerecidamente a los chicos que van peor en clase. "Ocurre por la presión social, no está bien visto que un profesor ponga a todos los alumnos buenas notas". Por eso los exámenes son más difíciles o tienden a evaluarse con más dureza. Esta constante empieza a desmontarse en Francia con apoyo oficial (Antibi emprenderá un experimento "apoyado por el Gobierno" con más de 1.000 profesores). Se trata de ensayar un nuevo sistema de evaluación que premie el trabajo y aprendizaje del alumno en lugar de poner trampas donde cazar al más débil.

Pregunta. ¿Se da más la constante macabra (ese porcentaje de malas notas inmerecidas) en matemáticas que en otras asignaturas?

Respuesta. No, se da en todas, quizá algo menos en aquellas consideradas menos importantes, como gimnasia, por ejemplo.

P. Pero en su libro cita mucho esta asignatura.

R. Es la asignatura que abre la puerta a carreras científico-técnicas a partir de las cuales se consiguen buenos trabajos, bien remunerados. Por eso la sociedad ha escogido inconscientemente esta disciplina para seleccionar a los alumnos. Es lo mismo que pasó con el latín hace 40 o 50 años. Yo viví aquella época. Sin embargo, con las matemáticas se puede estimular a los alumnos más que con otras disciplinas, se puede jugar con las matemáticas; para muchos alumnos es más abstracto un texto de filosofía.

P. ¿Cuál es el origen de esta constante macabra?

R. No he investigado mucho sobre eso, pero no se da en todos los países, algunos porque ya abandonaron esa práctica. Puede tener un origen religioso, aquello de que para aprender hay que sufrir. Pero se ha mantenido como tradición, y es absurdo. A mí mismo me ha pasado, que creía que la nota media de la clase tenía que ser un cinco, y cuando tenía una nota promedio de 6 o 7 estaba convencido de que me había equivocado. En todo caso, conocer los orígenes no ayuda a terminar con ello, que es el objetivo que persigo y que persiguen sindicatos, directores de colegios, la izquierda, la derecha. Es un movimiento muy activo ahora en Francia.

P. ¿Qué modelo propone para evitar esa tendencia en las evaluaciones de los alumnos?

R. Hay que dejar muy claro, primero, que los maestros ponen un porcentaje de malas notas por inconsciencia y presión social, para que no parezcan que son malos maestros. En un problema de la sociedad. El nuevo sistema de evaluación lo hemos experimentado en Francia con 200 profesores en 10 regiones. No hay nada que cambiar, los cambios no arreglan nada. Se trata simplemente de que el profesor elija 10 o 12 ejercicios para trabajar en clase detalladamente. Son los que resumen los conocimientos necesarios para el alumno y los que va a poner en el examen, pero no todos, sólo algunos, dos, o tres, cuatro. El alumno no sabe cuáles saldrán en la prueba, así que tienen que aprenderlos todos muy bien. Es sólo eso, darles un programa más preciso para el examen. Habrá además un ejercicio sorpresa que vale dos puntos sobre 10. Éste es para estimular a los mejores.

P. ¿Qué resultados ha obtenido con ese experimento?

R. En contra de lo que pueda creerse, hubo todo tipo de notas, buenas y malas, pero la nota promedio subió un punto, y una cosa importante: los alumnos saben así que el profesor no tiene la culpa de sus resultados y tienen mayor confianza porque saben que les están explicando lo que saldrá en el examen; no encontrarán trampas ese día. Trabajar el examen una semana antes estimula la participación en clase. También es una liberación para el profesor, que quiere formar, no seleccionar. Todo esto es importante para las familias con menos recursos.

André Antibi.
André Antibi.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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