Una fobia infantil y la hipnosis marcan el corto ganador de Alcances

Un padre ausente, una extraña fobia infantil al frío y su superación a través de la hipnosis y la ayuda de una niña con síndrome de Down es la base de La culpa del alpinista, el corto de Daniel Sánchez Arévalo que ha vencido en la edición número 37 de la Muestra Cinematográfica del Atlántico Alcances. El jurado valoró su "creatividad y su excelente resolución al servicio de una historia humana compleja y conmovedora".

El jurado estuvo formado por Manuel Hidalgo, Agustí Argelich, Adriá Pina, Eduardo Pinas y David Rodríguez. Daniel Sánchez Arévalo cuenta con la participación en el guión de Julio Medem (Lucía y el sexo, Los amantes del círculo polar, La pelota vasca), que imprime a este corto el mismo carácter enigmático de su personal cine.

Sánchez Arévalo (Madrid, 1970) es ya un reconocido autor y un habitual en este tipo de festivales con anteriores trabajos como Exprés, Profilaxis o Física II, en cuyos personajes ha basado su primer largo que acaba de terminar, Azul negro, casi oscuro. El director fue apadrinado por Medem para realizar el filme premiado en Alcances dentro del proyecto 50 minutos.

La decisión del jurado no coincidió con la del público, que prefirió galardonar, a través de sus votaciones al finalizar las proyecciones, el mensaje feliz y alegre sobre el tercer mundo de Binta y la gran idea, de Javier Fesser, también cineasta popular gracias a sus El milagro de P. Tinto o La gran aventura de Mortadelo y Filemón. Tanto la decisión del jurado como la del público tienen una misma dotación económica de 3.300 euros.

El palmarés incluye también los premios a las interpretaciones que recayeron en Antonio Naharro, por Invulnerable, y Ximena Suárez, por La explicación. Galardones a modo de compensación para sus personajes que sufren tras recibir dos malas noticias. El primero, que es seropositivo y se tiene que enfrentar a la enfermedad, y la segunda, que su novio ya no la quiere y él sólo sabe explicárselo con imposibles dibujos.

El jurado también reconoció la calidad de La ruta natural, de Álex Pastor, una especie de viaje rebobinado de la vida, con la concesión del premio Fernando Quiñones al mejor guión. El de mejor sonido se lo llevó Retruc, de Francesc Talavera.